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Empresa Familiar

La recesión en familia se lleva mejor

Las compañías con un accionista fuerte soportan mejor la crisis por su menor endeudamiento y su mayor implicación en el negocio

Si alguien le pide en la calle que nombre tres empresas españolas exitosas, seguramente las primeras que vendrán a la cabeza serán Zara, Santander y Meliá. ¿Qué tienen todas ellas en común? Que son empresas familiares y cotizadas. En nuestro país hay más empresas familiares que no familiares, y estas suman 2,8 millones. Suponen el 75% y producen el 65% del PIB. Generan el 80% de los puestos de trabajo, representan el 55% de las ventas y el 65% de las exportaciones, según el Instituto de Empresa Familiar (IEF).

"Calculan mejor sus riesgos porque tienen como máxima conservar lo que tienen, mantener su legado y no están sujetas a la presión de los resultados trimestrales", afirma Cristina Cruz, profesora de gestión emprendedora y empresa familiar del IE Business School.

José Luis Jiménez, director general de Banca March, destaca alguno de sus valores: "Visión a largo plazo, lealtad, motivación y bajo endeudamiento, lo que las convierte en las mejores supervivientes durante las crisis económicas". "No son proyectos especulativos, sino que se constituyen con la voluntad de mantenerse en manos de sus hijos; por ello, los planes estratégicos, la internacionalización y la inversión se realizan con un horizonte superior a los cuatro o incluso a los diez años. Sortean mejor las crisis porque no han hecho apuestas muy arriesgadas", dice Juan Corona, director académico del IEF.

BMW, Fiat, Roche, Barón de Ley, Pescanova, Meliá, Thyssen o Walmart tienen en su consejo un accionista individual o familia con al menos un 20% de capital

Tienden a financiarse con recursos propios y utilizan menos créditos. Por lo cual se han visto menos afectadas por el cierre del grifo de los bancos. "Se implican en el proyecto porque son dueños de la empresa donde trabajan", recuerda.

Todo ello da estabilidad al negocio y se refleja en la creación de puestos de trabajo, un 13% en lugar del 5% que constituyeron las compañías no familiares, de acuerdo con una publicación de Ernst & Young y ESCP Europe. "Son más cautas a la hora de contratar y despiden menos. No les gusta hacer reestructuraciones tan drásticas", señala Ana Figaredo, consejera delegada del grupo bancario suizo Lombard Odier en España.

Una de las principales críticas que se les hace es que son reacias al cambio. Para Corona es un mito: "Son prudentes, pero no estiran más el brazo que la manga. Son muy innovadoras. Muchas de ellas fueron pioneras en Rusia y China, y las primeras en realizar innovaciones en logística o en sistemas de distribución".

De entre lo bueno, lo mejor son las empresas familiares cotizadas. "Aúnan lo mejor de los dos mundos: la transparencia que implica la pertenencia al mercado bursátil y la prudencia que acompaña a las compañías familiares", resalta Cruz Serrano.

Un informe de Banca March e IE Business School refleja que en Europa hay 3.204 empresas excluyendo las financieras, con una capitalización bursátil superior a los 50 millones de euros. De ellas, 650 son familiares, lo que supone el 35% del parqué. Considera como familiar aquella en la que el 20% del capital está en manos de un individuo o de una familia y al menos un miembro forma parte del consejo de administración.

Los fabricantes de coches BMW y Fiat, el laboratorio Roche, la bodega Barón de Ley, la ingeniería Thyssen, el grupo de comunicación Axel Springer o el agua Laurent Perrier serían algunas de ellas. En EE UU también hay nombres muy conocidos, como los almacenes Walmart. Y en Asia, las empresas familiares suponen la mitad de las cotizadas y representan el 32% del PIB, según un estudio de Credit Suisse.

Un tercio de las empresas que conforman el índice S&P 500 y el Stoxx 600 tiene a las familias fundadoras en la alta dirección. Históricamente, estos valores han obtenido mejores resultados que las cotizaciones de empresas no familiares, conclusión a la que llega Thomson Financial al comparar la revalorización a diez años de estas compañías frente a los principales indicadores europeos. Credit Suisse realizó un informe sobre las empresas familiares en Asia y encontró que en los últimos diez años ofrecieron un 0,22% más de rentabilidad que la media de las acciones cotizadas de la zona.

Cotización

En nuestro país, su ingreso en Bolsa aún debe crecer. Si bien las grandes terminan saliendo al mercado, todavía queda camino entre las medianas y pequeñas. Más cercano es el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), visto como una alternativa de financiación, según un análisis de PwC y el Instituto de la Empresa Familiar. Entre los motivos que las llevarían a salir destacan: financiar el crecimiento, asegurar la continuidad del negocio, profesionalizar la gestión, superar las restricciones crediticias, mejorar la imagen, dar liquidez a las acciones, resolver problemas de sucesión e incrementar inversiones en investigación, desarrollo e innovación.

A la hora de retribuir al accionista, abogan más por una revalorización de la acción y la pervivencia que por una política de reparto de dividendos, comentan en la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF). Pero el principal condicionante para el beneficio por acción suele ser la estructura de su capital, es decir, en empresas familiares con el capital disperso, la existencia de miembros de la familia sin participación activa en la gestión de la empresa puede hacer que reclamen su rentabilidad vía dividendo.

"El otro factor clave es el sectorial; el Santander o el Popular son ejemplos de empresas familiares que reparten dividendo, en buena medida, porque el bancario es más proclive a ello, no por una necesidad de liquidez de las familias que son accionistas de control", aseguran en FEBF.

Ana Figaredo señala que "en las empresas familiares hay mayor potencial de revalorización porque la dirección no tiene entre sus prioridades que la cotización refleje el valor real de la compañía". El filón de este nicho ya ha sido visto por gestoras como Oddo o March, que tienen fondos que se han revalorizado desde comienzos de año el 10,7% y 6,32%.

Algo tendrán las empresas familiares cuando el inversor que en los últimos 16 años haya invertido en grupos familiares europeos ha obtenido un 250% de rentabilidad acumulada frente a poco más del 50% que han ofrecido los índices MSCI World o el Stoxx 600, resaltan en la gestora de Banca March.

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