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Cinco Sentidos

Un albariño que traspasa fronteras

Pazo de Señoráns es algo más que vino, un lugar de recreo para celebraciones

Una vuelta a la Galicia rural, al terruño, donde convive en armonía tradición y tecnología. Entrar en Pazo de Señoráns, en la localidad de Meis (Pontevedra), es adentrarse en un matriarcado joven, actual, pero muy arraigado a la tierra. La voz cantante de esta bodega, con una elegante edificación solariega adherida donde además de ser residencia familiar acoge celebraciones de bodas y otro tipo de festejos, la lleva Marisol Bueno, de profesión bióloga. De la mano de su marido, el médico Javier Mareque, llega a esta finca a finales de los años setenta, salpicada por unas plantaciones de albariño.

Poco a poco, esta mujer fue aprendiendo de vino y decidió sacar provecho de esta tierra. Y no fue hasta 10 años más tarde cuando Pazo de Señoráns comenzó a tener cuerpo vinícola. En la actualidad, cuenta con 12 hectáreas en propiedad y 7 más en alquiler, procedentes de 160 pequeños viticultores de la zona. Cada pago se trabaja por separado, lo que permite una mayor identificación de la uva que repercute, según Bueno, en la calidad del vino.

Pazo de Señoráns, adscrita a la denominación de origen de Rías Baixas, produce medio millón de botellas, entre el vino joven y el vino selección, procedente de uvas que crecen sobre lías. Este último comenzó a elaborarse con la cosecha de 1995 y cuenta con una mayor acidez que el joven, lo que le permite evolucionar con elegancia durante varios años.

El 60% de la producción se vende en el mercado nacional

Al lado de Marisol Bueno trabaja otra mujer decidida, su hija, Victoria Mareque, que se encarga de la parte comercial de la bodega, sobre todo en el mercado internacional. Recién aterrizada de Moscú (Rusia), donde ya está presente y donde asegura que tienen camino por recorrer. "El 60% de nuestra producción la vendemos en el mercado nacional, el 20% en Galicia y el 80% en el resto de España. El 40% restante lo exportamos, sobre todo en Europa", asegura. "Somos una bodega muy dinámica, que va cambiando según la demanda", afirma otra mujer, Ana Quintela, que desde hace más de dos décadas es la enóloga de la bodega.

Pazo Señoráns produce cerca de 475.000 botellas de vino joven y unas 16.000 de Selección (en estos momentos está en el mercado la añada de 2005). Su portfolio se completa con 30.000 botellas de dos aguardientes, uno de orujo albariño y otro de hierbas, elaborados en su propia destilería de manera artesanal y siguiendo el método tradicional gallego en alambiques de cobre.

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