¿Qué pueden hacer los accionistas de Repsol?
La expropiación de YPF se ha consumado, Argentina se quedará con el 51% de la hasta el momento filial de Repsol. La petrolera española cotiza en mínimos de julio de 2010 tras desplomarse más de un 30% en 2012. ¿Qué pueden hacer los accionistas?
Tsunami en las relaciones internacionales entre Argentina y España, después de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner haya anunciado que el Estado se quedará el 51% de las acciones de YPF. La expropiación será solo de las acciones controladas por Repsol, que tiene el 57,6% de la compañía argentina, se dejará al margen el 25,5% que controla el grupo Petersen y el 17,09% que cotiza libremente en Bolsa.
Repsol se ha desplomado en la Bolsa desde que comenzaron a sonar los tambores de una posible nacionalización. Hoy ha llegado a hundirse cerca de un 10% y, aunque ha moderado su descenso hasta el entorno del 5%, en lo que va de año el retroceso supera el 30%. Cotiza a poco más de 16 euros, frente a los máximos históricos de más de 25 euros de julio de 2007.
La mayoría de los analistas considera que la cotización está descontando el peor escenario posible: que Argentina no pague nada por las acciones. Renta 4 señala que el precio teórico de Repsol valorando YPF a cero -escenario extremo, pues a precios de mercado YPF vale 3.360 millones de euros o 2,75 euros por acción- se situaría entre 19 y 19,5 euros por acción.
Ante la situación actual, los expertos recomiendan calma a la espera de que se concreten los términos de la expropiación. La mayoría de ellos considera que a corto plazo la cotización seguirá altamente inestable, pero advierten que el momento actual es, previsiblemente, uno de los peores para salir huyendo del valor.
Si finalmente se acuerda el establecido en los estatutos de YPF, "sería una solución razonable al problema que en la actualidad otorga al conjunto de la compañía de una prima de riesgo elevada y que anula el atractivo de los dos negocios principales del grupo", explica en un informe Sonia Ruiz de Garibay, de Bankia Bolsa.
Antonio Brufau ha declarado que, según el artículo 7 de los estatutos de YPF, que reproduce a su vez la Ley de Privatización de YPF, se establece que la contraprestación en el caso de una opa será el precio más elevado que resulte de varios supuestos, como, por ejemplo, el valor promedio de los dos últimos años o el precio mayor pagado en los últimos 30 días. Este valor sería de más de 18.000 millones de dólares, de manera que el 51% expropiado tendría un valor de unos 9.200 millones de dólares (unos 7.000 millones de euros).
Desde el departamento de análisis de Bankinter aseguran que el impacto de esta expropiación ya está recogido en precio de forma holgada y la acción no debería retroceder más, "sino incluso rebotar algo por dos razones". Primera, desaparece la incertidumbre sobre el desenlace. Y, segunda, el mercado descuenta todo el valor de la participación expropiada en YPF, pero cabe la posibilidad de que Repsol reciba un precio por la expropiación o incluso que un arbitraje o juicio futuro reconozca una indemnización para la compañía.
"En todo caso, este desenlace no es el absolutamente peor de todos, puesto que si Argentina hubiera expropiado también la participación de la familia Eskenazi (25,4%), que es muy cercana a la familia Kirchner, eso habría puesto en riesgo la recuperación del crédito que otorgó Repsol a los Eskenazi para dicha adquisición (estimamos que fueron 1.500 millones de dólares, aún vivos)", sentencian en Bankinter.