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Por valor de 13.700 millones de euros

El tesoro de Vaca Muerta

El nuevo maná energético, los llamados recursos no convencionales, son uno de los motivos de la expropiación de YPF. Mas de 22.000 millones de barriles equivalentes al petróleo se esconden en la formación de Vaca Muerta, de la que YPF controla un tercera parte.

Localización del nuevo yacimiento, el mayor descubrimiento en la historia de Repsol
Localización del nuevo yacimiento, el mayor descubrimiento en la historia de Repsol

Una de las palabras más repetidas por Cristina Kirchner durante su encendido discurso ayer en la Casa Rosada fue "Vaca Muerta". Una formación petrolífera de la región de la Patagonia con una extensión de 30.000 kilómetros cuadrados. En noviembre del año pasado, Repsol anunció la existencia de "altos volúmenes de hidrocarburos no convencionales" en el territorio donde su, hasta ahora, filial argentina YPF tiene una concesión de un tercio del total, 12.000 kilómetros cuadrados.

Sólo con las primeras exploraciones se le otorgaba el galardón de mayor descubrimiento de la historia. Pero el valor del Tesoro engordaba y engordaba a medida que continuaban las exploraciones del yacimiento. De los primeros 428 km2 explorados, el resultado era un caudal de 927 millones de barriles equivalentes de petróleo. Las estimaciones en para 502 km2, arrojaban otros 1.000 millones de barriles. Sumando ambas, doblarían las actuales reservas probadas de la petrolera, 2.091 millones de barriles.

Los últimos datos son apabullantes: Vaca Muerta engendraría 22.807 millones de barriles equivalentes de petróleo según datos auditados por la compañía de certificación de reservas Ryder Scott. La media de analistas evalúan estos recursos con valor de un dólar por cada barril equivalente al petróleo. Lo que significa que esta porción del dominio minero que YPF tiene en Vaca Muerta, alcanza un valor aproximadamente de 13.700 millones de euros.

Argentina vio como su balanza comercial de hidrocarburos se descompensó este año por primera vez desde la privatización de la petrolera en 1995. En el principio del conflicto que ha precipitado la expropiación, están las acusaciones del Gobierno a YPF. Achacan el aumento de importaciones de hidrocarburos como consecuencia de una disminución en la inversión local para la exploración y extracción por parte de la petrolera expropiada.

Las importaciones se dispararon en combustibles y lubricantes, principalmente por la subida de compras de gas oil, gas natural licuado, gas natural en estado gaseoso y hulla bituminosa, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo de Argentina.

El shale-oil y el shale-gas

Los hidrocarburos no convencionales son el nuevo grial. Son de difícil extracción, están atrapados en rocas poco permeables o por tratarse de petróleos de muy alta viscosidad. Entre estos hidrocarburos se encuentran el shale oil y el shale-gas o gas de pizarra, por hallarse en este tipo de piedra.

Se trata de un gas natural similar al convencional, que se halla en formaciones rocosas fósiles, aunque a mayor profundidad que este (unos 3.000 metros). Su extracción, a través de la técnica de fractura hidráulica resulta muy polémica desde el punto de vista medioambiental, pues puede contaminar los acuíferos y emitir grandes cantidades de CO2.

Aunque la existencia de estos hidrocarburos en la zona de Vaca Muerta era conocida, pero hasta hace poco la tecnología y los precios no hacían viable su extracción. Para liberar el gas retenido se perfora horizontalmente un pozo de unos mil metros y se inyecta agua a presión hasta romper la roca. Después se bombea material sólido para mantener abiertas las fracturas. Con este sistema se recupera un 20% del recurso.

Este tipo de yacimientos se pueden encontrar en el subsuelo de países sin gas convencional. Estados Unidos ha hecho una apuesta tan firme por este gas que ha pasado de ser importador a ser casi autosuficiente. Su experiencia ha animado a las prospecciones en todo el mundo

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