Glencore y Xstrata miran a Catar
Catar tiene la llave en la fusión entre Glencore y Xstrata. Su fondo soberano ha demostrado que puede actuar como un exitoso árbitro en situaciones de este tipo. No ha revelado sus intenciones para el 5,5% que posee de Xstrata y que ha formado en los dos meses que han pasado desde que Glencore acordó fusionarse con ésta por un acuerdo de 90.000 millones de dólares. Pero la valiente inversión de 2.700 millones puede ser otra victoria.
La posición del fondo en situaciones especiales ha mejorado. Sus dos intervenciones en la británica Sainsbury y en la Bolsa de Londres fracasaron. Pero cuando Catar compró el 10% de European Goldfields el año pasado y ofreció a la minera, con problemas de liquidez, financiación barata a cambio de warrants, extrajo una oferta preferencial por el total de la compañía. El emirato también tiene opciones en las acciones que Volkswagen ofertó cuando intentó unirse a Porsche en 2009.
Catar está apostando, sin duda, a que Glencore elevará su oferta sobre Xstrata. El trato puede ser bloqueado por solo el 16% de los accionistas de Xstrata porque Glencore no puede votar sobre su parte del 34% cuando el acuerdo se somete a un esquema de refinanciación Una oposición catarí acabaría con la negociación. En realidad, la situación tiene algún matiz. Catar no quiere tener la reputación de poner trabas echando abajo el acuerdo. Del mismo modo, Glencore estaría dispuesta a subirle a bordo como un inversor de apoyo a largo plazo.
Catar podría haber pagado un precio medio de 1,144 peniques por acción por su parte, basado en el precio medio de las acciones de Xstrata en los dos últimos años. Estas cotizan actualmente en 1,098 peniques. Pero si Glencore aumenta su ratio de cambio de acciones ya propuesto hasta el 2,9% desde el 2,8 actual, Catar estaría más que satisfecho con los precios de cotización. Incluso si Glencore mantiene su oferta, Catar no perderá mucho. Tiene un interés estratégico a largo plazo en el sector minero.