El FMI aboga por recortar prestaciones futuras de jubilación
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado del riesgo financiero que supone el envejecimiento de la población. La receta de la institución para hacerle frente es combinar el aumento en la edad de jubilación y de las contribuciones a los planes de pensiones con recortes de las prestaciones futuras.
Según el FMI, es "esencial" permitir que la edad de jubilación aumente junto con la longevidad esperada debido al riesgo financiero que supone el envejecimiento de la población. En el capítulo 'El impacto financiero del riesgo de longevidad' del Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial (GFSR por sus siglas en inglés), el organismo internacional apunta a que esta medida podría ser impuesta por los gobiernos. Como alternativa, señala que se podrían dar incentivos a los particulares para que estos retrases su jubilación.
La institución dirigida por Christine Lagarde destaca que cuanto más se prolongue la vida laboral, mayor será el período de acumulación de recursos jubilatorios y menor el período de uso de los mismos. "La divulgación de información más completa sobre la longevidad y su impacto financiero contribuiría a aclarar mejor las consecuencias", agrega.
"Es importante que las entidades que ofrecen pensiones puedan actuar con flexibilidad: si no es posible incrementar las contribuciones o subir la edad de jubilación, posiblemente haya que recortar las prestaciones", advierte.
Aumento de los costes de envejecimiento
Por otro lado, el FMI avisa de que si el promedio de vida para 2050 aumentara tres años más de lo que se espera actualmente, "los costes del envejecimiento, que ya son enormes, podrían aumentar 50%".
La institución considera que una longevidad inesperada más allá de lo que recogen las previsiones constituye "un riesgo financiero" para los gobiernos y las entidades que ofrecen prestaciones definidas, que tendrán que pagar más de lo esperado en pensiones y prestaciones de la seguridad social.
El informe reconoce que, aunque los Gobiernos y las entidades que ofrecen pensiones se han preparado para las consecuencias financieras que podría acarrear el envejecimiento de la población, las proyecciones demográficas en las que se han basado sus previsiones han subestimado constantemente la longevidad de la sociedad. El FMI también señala que los particulares podrían agotar los recursos jubilatorios.
Además, añade que el riesgo debe estar debidamente distribuido entre los particulares, los organizadores de los planes de pensiones y el gobierno. Según el informe, se podría recurrir a los mercados de capital para transferir el riesgo de longevidad de los planes de pensiones a quienes tienen más capacidad para gestionarlo.
Reformas para restaurar la confianza
Antes de que se dé esta situación, el FMI reclama que se aborden con tiempos estos riesgos para evitar "efectos negativos profundos en los balances, ya debilitados, de los sectores público y privado, lo que podría hacerlos más vulnerables a otros contratiempos y afectaría posiblemente su estabilidad financiera".
Asimismo, incide en que prestar atención al envejecimiento de la población y al riesgo de longevidad adicional forma parte del conjunto de reformas necesarias para restaurar la confianza en la viabilidad de los balances del sector público y del sector privado.
"Reconocer y mitigar mejor el riesgo de longevidad es un proceso que debe ponerse en marcha ahora. Las medidas tardarán años en dar fruto y será más difícil abordar debidamente esta cuestión si se posterga la acción correctiva", recalca.