Amnistía fiscal: un mensaje equivocado
España tiene una economía sumergida importante y el país encara una ardua batalla para reducir su déficit presupuestario hasta el 3% del PIB en 2013. Pero la decisión del Gobierno de permitir una amnistía fiscal temporal es equivocada y probablemente será ineficaz. Un mejor enfoque sería reforzar los recursos para las inspecciones de Hacienda.
España no es el primer país de Europa que ha declarado una amnistía fiscal. Italia captó 4.500 millones de euros con una medida similar en 2009. Alemana también tuvo un programa voluntario en 2010, consiguiendo unos 4.000 millones en ingresos adicionales por impuestos, de acuerdo con la OCDE. España espera alcanzar 2.500 millones con una tasa del 10% sobre la renta no declarada previamente. Implicaría unos 25.000 millones adicionales en depósitos bancarios, que serían útiles para los bancos españoles.
Pero la medida es arriesgada por el mensaje que envía. Podría hacer que los ciudadanos que pagan sus impuestos se sientan desmoralizados, después de ver elevada su tasa impositiva por el Ejecutivo de Rajoy. Ello podría poner en peligro el futuro cumplimiento con los impuestos. Además, es una medida aislada para impulsar el presupuesto en lugar de un cambio estructural. En cualquier caso, la medida podría ser ineficaz. Los evasores de impuestos se lo pensarán dos veces antes de repatriar cualquier dinero en una economía deprimida.
Para combatir el fraude, el Gobierno saldría más reforzado si incrementara los recursos contra la evasión fiscal. El anterior Gobierno dijo que recaudó 10.400 millones en la lucha contra el fraude en 2011. El sindicato de inspectores de Hacienda dice que el 72% del fraude fiscal es cometido por grandes fortunas y corporaciones. Recomiendan reformar el impuesto de sociedades, más allá de la eliminación de exenciones anunciada por el Gobierno. UPyD estima que el fraude causó pérdidas de 80.000 millones en pérdidas de ingresos al año.
La erradicación de la evasión fiscal no curará de forma milagrosa la economía española. Pero la lucha decidida contra el fraude fiscal traería más ingresos, sin premiar a los evasores.