Importar coches usados será más fácil que nunca
Ese coche de lujo con solo 5.000 kilómetros que alguna entidad financiera se quita de en medio a precio de ganga en Luxemburgo. O esa furgoneta de aire hippy pero prestaciones de cinco estrellas que en Alemania cambia de manos por unos pocos miles de euros. Llevárselos a España es una tentación, pero puede convertirse en una pesadilla de papeleos en varios idiomas y controles técnicos que acaban encareciendo la compra. Un laberinto kafkiano que la Comisión Europea (CE) propuso ayer desenredar con un reglamento que elimina trámites y suprime, salvo en casos excepcionales, la obligación de que el vehículo pase una inspección técnica en el país de destino.
La reforma, que necesita el visto bueno del Consejo de Ministros de la UE y del Parlamento Europeo para entrar en vigor, podría generar un ahorro de más de 400 euros por cada vehículo importado por particulares o empresas. Y reducir drásticamente los plazos de rematriculación, que ahora se prolongan como media durante cinco semanas.
Como primera medida, el reglamento armoniza en 30 días el periodo de validez de las placas de matrícula provisionales que permiten conducir el vehículo desde el punto de venta hasta el domicilio del comprador. Durante ese periodo, las autoridades de los dos Estados (las jefaturas provinciales de Tráfico en el caso de España) se transmitirán vía electrónica todos los datos relativos a la identificación y estado del vehículo, lo que permitirá emitir una nueva matrícula sin necesidad de más papeleos. Se elimina también la obligación de pasar una nueva inspección técnica en el país de importación, que solo podrá rechazar la matriculación en caso flagrante de deterioro del automóvil comprado en el extranjero.
La norma también pretende favorecer a las personas que trasladen su residencia a otro país y se lleven su propio vehículo. Se les concede seis meses para realizar los trámites de la nueva matriculación, pero sin apenas papeleo físico ni controles adicionales.
Empresas de alquiler
Entre los sectores más beneficiados por la propuesta, según Bruselas, figuran también las compañías de coches de alquiler, a las que se autorizará a trasladar temporalmente parte de su flota de un país a otro, para cubrir picos de demanda, sin necesidad de proceder a una nueva matriculación.
Todos estos cambios, según el departamento de Industria de la CE, que dirige el comisario Antonio Tajani, aspiran a modernizar un sistema. "Lo que debería ser un simple trámite de matriculación continúa siendo en el siglo XXI un procedimiento administrativo largo y tortuoso con normas diversas y requisitos a veces contradictorios", resume el departamento de Tajani.
500 euros de más
La factura por matricular en España un vehículo de segunda mano comprado en Bélgica supera los 500 euros (300 de ellos en el país de origen), según los datos de la CE.
El sistema actual de transferencia internacional también sale caro a los Estados según Bruselas: 800 millones de euros en toda la UE.
3,5 millones de autos cambian de país cada año
Podría parecer una excepción, pero la matriculación de un vehículo usado en otro país supone el 8% del total de transferencias de vehículos que se realizan en la UE. En total, según la CE, más de 3,5 millones de automóviles cambian de nacionalidad cada año, bien porque sus propietarios se trasladan al extranjero o porque se venden a residentes de otro país.Alemania es el mayor exportador neto de vehículos usados, con casi 1,6 millones de unidades, según el estudio de impacto realizado por el departamento de Antonio Tajani, comisario europeo de Industria, como paso previo al proyecto de reglamento aprobado ayer por la Comisión para facilitar esa emigración. El país del comisario, Italia, ocupa la segunda plaza, aunque a mucha distancia: 432.000 vehículos exportados.El principal mercado para la segunda mano transnacional es Polonia, que importa 1,1 millones de autos o el 30% del total. Le siguen Grecia (con 400.000 unidades) y Lituania (con 3,3 millones de habitantes importa 250.000 vehículos de segunda mano).España solo importó 82.000 unidades en el año analizado por la CE (2010), pero el reglamento tendrá repercusiones porque se trata de uno de los principales mercados de coches de alquiler (con 225.000 unidades de un total de 1,4 millones en toda la UE, según la CE). España cuenta, además, con cientos de miles de residentes extranjeros que, en ciertas condiciones, podrán mantener la placa de matrícula de su país.