La CE aprecia la "prudencia" del Gobierno en sus previsiones de crecimiento
La Comisión Europea había anunciado su intención de presentar esta misma semana su valoración de los Presupuestos Generales del Gobierno español para 2012, pero ayer dijo sentirse agradablemente sorprendida por la avalancha de información que le ha remitido el Ejecutivo y se tomó "unos días" para dar su veredicto final.
A falta de ese análisis detallado, el portavoz de Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, valoró ayer positivamente el hecho de que, a su juicio, sea "un Presupuesto basado en una hipótesis de crecimiento my prudente, de modo que no estará expuesto a cualquier alteración leve que pueda suceder".
El Gobierno de Mariano Rajoy ha basado sus primeras cuentas públicas en una caída del crecimiento del 1,7% del PIB nacional. La última previsión de la CE apuntaba un descenso del 1%, aunque se da por descartado que en mayo Bruselas revisará a la baja ese dato cuando tome en cuenta el impacto del nuevo Presupuesto.
Las discrepancias entre Madrid y Bruselas podrían surgir en cuanto a las consecuencias de esa recesión sobre los ingresos del Estados. El proyecto presupuestario del Gobierno aspira a incrementar en casi 6.000 millones de euros sus ingresos fiscales, a pesar de que prevé una caída por quinto año consecutivo de la base imponible agregada. El objetivo se logrará, según el Gobierno, a través del impuesto de sociedades y del IRPF, cuyas reformas aportarán 12.300 millones de euros adicionales en total para compensar la menor recaudación en IVA e impuestos especiales.
Bruselas también quiere comprobar la evolución e las partidas de gasto gestionadas por las Comunidades Autónomas, para prevenir desviaciones como las de 2011.
Pocos ingresos
Bruselas teme que el ajuste presupuestario del Gobierno pueda descarrilar como consecuencia de su tradicional escasa recaudación. España es el tercer país de la zona euro con menos ingresos en relación con su PIB, solo por delante de Irlanda y Eslovaquia.