Las empresas de defensa urgen al Gobierno a impulsar un "polo nacional"
Tedae, patronal del sector de la defensa, quiere que el Gobierno impulse un "polo nacional" con las principales empresas del sector y defiende que se prime a las ofertas españolas en los contratos públicos que se adjudiquen.
Tedae, la asociación que agrupa a las principales empresas de defensa en España, vuelve a insistir con una de sus reivindicaciones: la necesidad de crear un "polo nacional" en el sector. Es decir, un gran consorcio con las principales empresas de la industria en España y el respaldo del Estado como accionista.
"Es importante que ... se recupere la preocupación por propiciar un 'polo nacional', siguiendo los pasos de nuestros socios y aliados. Esta idea, más razonable y conveniente que nunca, sigue sin suscitar mucha atención", advierte el presidente de la patronal, el exministro Julián García Vargas, en el último informe anual de Tedae sobre los sectores de defensa y seguridad que acaba de ser publicado.
Dudas sobre el modelo
García Vargas es uno de los principales defensores de la creación de ese gran consorcio español de la defensa, para tratar que la industria nacional pueda competir en mejores condiciones con los grandes grupos extranjeros, como la estadounidense Lockheed Martin, la británica BAE, la italiana Finmeccanica o la gala Thales.
En el caso español, el núcleo duro de un posible consorcio lo tendrían que formar Indra, Navantia y Santa Bárbara Sistemas. Un primer esbozo de este esquema industrial es el que ya se ha planteado para la posible venta de tanques Leopard a Arabia Saudí. Una de las propuestas para sacar adelante el contrato es la creación de una joint venture entre Indra y Santa Bárbara, que liderarían un grupo largo de empresas interesadas en el proyecto.
Sin embargo, algunas de las propias compañías implicadas en un posible proyecto de "polo nacional" son, también, las más escépticas acerca de la viabilidad de la propuesta. Así, ven complicado unir tres modelos de compañía tan distintos (una cotizada, una empresa 100% pública y la filial de un grupo privado estadounidense) y, además, con presencia del Estado en su capital.
Para García Vargas, España tiene que reaccionar al proceso de reestructuración de la industria de defensa en Europa. "Otros países siguen haciendo sus deberes industriales, uniendo líneas de negocio dispersas hasta ahora con empresas distintas y uniendo fuerzas nacionales para exportar más", subraya.
El presidente de Tedae también apuesta por primar las ofertas españolas en los contratos públicos. Respetando las normas pero aprendiendo de cómo actúan otros países socios, conviene "sopesar si obtener una pequeña y, a veces discutible, ventaja operativa adicional es más importante que disponer de una solución española, que siempre será exportable, con seguridad de suministro y de información", afirma.
La facturación crece ligeramente
Según los datos recogidos en el último informe anual de Tedae, la facturación de los sectores de defensa y seguridad en España en el ejercicio 2010 creció muy ligeramente (un 1,2%), hasta alcanzar los 5.431 millones de euros.El peso de las exportaciones en el total de las ventas sigue siendo superior al de la demanda interna: 2.946,79 millones frente a 2.484,26 millones. Esto es posible gracias, sobre todo, al negocio de la aeronáutica militar (con programas como el A-400M), que supuso el 66% de las ventas en el exterior.En conjunto, los ingresos en el subsector de la plataformas aéreas ascendieron a los 2.875,94 millones en 2010. El otro negocio con un peso mayor fue el naval, que facturó 1.503,43 millones.En conjunto, los sectores de defensa y aeronáutica (también civil) facturaron 9.710 millones (ver gráfico).En cuanto al empleo, las empresas de defensa y seguridad en España daban trabajo de forma directa, al cierre de 2010, a 19.270 personas, un 4,3% menos que en 2009.