Indra, soluciones a la carta hasta en el último confín
Dos décadas le han bastado para convertirse en un referente internacional en un sector tan competitivo como las tecnologías
Puede que para los amantes del tango 20 años no sean nada, pero a la velocidad con la que se mueven las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) es todo lo que ha tardado Indra en convertirse en la primera compañía tecnológica española y de sistemas de información, seguridad y defensa. Presente en 45 países, con más de 36.000 profesionales en plantilla y el 50% de sus ingresos procedentes de mercados internacionales, es además una de las principales multinacionales en Europa y Latinoamérica.
La multinacional tiene presencia en 45 países y el 50% de sus ingresos procede del mercado exterior
Detrás de esta carrera fulgurante hay un recorrido de casi un siglo, a los que se remonta el embrión de Indra (Eritrel, Ceselsa, Disel, Enosa), y es que, como le gusta decir a su presidente, Javier Monzón, la compañía "ha sido siempre un proyecto empresarial construido con visión de largo plazo". Su creación, en 1993, supuso la fusión de todos los activos de origen español en tecnologías de la información y electrónica. El año pasado, en medio de una coyuntura económica adversa, la compañía ha logrado aumentar en un 5% su plantilla y en un 17% sus ventas globales. En estos 20 años ha multiplicado por 10 su volumen de ingresos, hasta los 2.688 millones de euros con los que cerró el ejercicio pasado. Mercados emergentes como Latinoamérica o Asia, que hoy representan el 30% de su facturación, y soluciones que absorberán la mayor parte de la demanda de tecnología, como cloud computing, business analytics, ciudades inteligentes, seguridad, energía o sanidad, son sus nuevos retos para un futuro que ya está aquí.