Bruselas se pertrecha de argumentos legales para la gran batalla contra Google
La Comisión Europea está pendiente del último informe de los expertos de Competencia para acusar a Google formalmente de abuso de posición dominante. Los cargos pueden desencadenar la mayor batalla librada por Bruselas desde su victoria sobre Microsoft.
Tras casi 16 meses recibiendo continuas quejas sobre las prácticas de Google, el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, parece decidido a enfrentarse al mayor gigante de la industria informática mundial. Y la primera andanada contra el buscador cuasi universal podría materializarse en breve en forma de un pliego de cargos detallando las presuntas violaciones del Derecho de la competencia.
Se trata de un paso crucial, porque supone que Bruselas considera fundadas tanto algunas de las quejas presentadas por rivales y competidores de Google como las posibles infracciones descubiertas de oficio por sus propios funcionarios.
En el caso de Microsoft, el pliego de cargos desencadenó una batalla administrativa y judicial que se prolongó durante casi una década y acarreó a la compañía varias sanciones multimillonarias (por infringir las normas y por desacato) y la obligación de modificar algunas de sus prácticas comerciales.
Bruselas parecía reticente a iniciar de nuevo una lucha tan agotadora y desigual (unas decenas de funcionarios contra algunos de los abogados mejor pagados del mundo), pero parece haber encontrado argumentos suficientes para no poder evitarla.
Fuentes de la Comisión aseguraron ayer que Almunia aún espera un último informe técnico antes de tomar la decisión final. Pero otras fuentes familiarizadas con el expediente consideran que en cuestión de semanas Bruselas lanzará la ofensiva.
El asunto está tan caldeado que ayer mismo el despacho de abogados Clifford Chance convocó en Madrid una sesión informativa sobre las prácticas de Google y la posible repercusión de las demandas de sus rivales ante la Comisión Europea. La Oficina Europea de Organizaciones de Consumidores, BEUC, también hizo ayer pública una carta dirigida al gabinete de Almunia en la que secunda las reiteradas denuncias contra el buscador. "Estamos muy preocupados", señala la misiva, "porque si se demuestran las acusaciones querrá decir que se ha producido un grave daño a los consumidores".
"Nunca hemos dudado que Google tiene una posición de dominio", señalan fuentes comunitarias, "la cuestión es si ha abusado de ella o no".
Google copa casi el 90% del mercado de las búsquedas de internet. Y en una estrategia similar a la de Microsoft a finales del siglo XX, ha extendido sus tentáculos hacia mercados adyacentes como el correo electrónico (Gmail), los vídeos (Youtube), las redes sociales (Google+), la navegación (Chrome) o los sistemas operativos (Chrome y Android).
Prácticas denunciadas por "asfixiar" a la competencia
Las acusaciones contra Google son múltiples y todas apuntan en la misma dirección: el gigante de internet obstaculiza de forma sistemática la competencia en las búsquedas en internet y "asfixia a su competencia". Así lo denunciaron sus rivales (Foundem, Microsoft, eJustice.fr y Ciao!), que critican que Google relega deliberadamente en los resultados de sus búsquedas las páginas de otras compañías que ofrecen servicios rivales a los suyos.Además de las sospechas de discriminación en los resultados de las búsquedas y en las tarifas de los anuncios de servicios competidores, Bruselas investiga las cláusulas presuntamente abusivas en los contratos de Google con otras empresas. Microsoft la ha acusado, entre otras cosas, de usar técnicas para impedir que Bing (su buscador) indexe contenidos de Youtube y de no dejar que los anunciantes usen sus propios datos sobre clientes recogidos por Google en otros sitios, algunos propiedad de Microsoft.