Predicar con el ejemplo
Dicen los veteranos de la construcción que el Ministerio de Fomento siempre es como un vaso de gaseosa. Al principio, gran expectación, representada por el gas y los millones de burbujas y, después, si no se bebe, pasa a ser casi como el agua: insípida, incolora, inodora...
La actual ministra, Ana Pastor, criticó nada más llegar al Gobierno que sus antecesores se comprometieran a realizar inversiones para las que no existía dinero y ella, menos de 100 días después de tomar posesión de su cargo, acaba de hacer lo mismo en el Senado. En su última comparecencia anunció autovías y corredores ferroviarios por doquier (su gabinete de prensa emitió más de 15 notas de prensa, casi una por comunidad) y al ser preguntada por cómo se financiarán, sorpresa: no sabe, no contesta.