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Tribuna
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Economía española: ¿peor imposible?

Día a día se suceden los datos sobre la gravedad de la economía española. A principios de mes se publicaban las previsiones de la Comisión Europea sobre las perspectivas económicas para 2012. Se anunció entonces, como ya pronosticaron otras instituciones, que nuestra economía entraba en recesión. Más tarde nos llegó el dato del déficit del ejercicio de 2011. No solo no hemos bajado del 8%, como se temía, sino que según los datos publicados por el Gobierno actual los resultados del conjunto de nuestra Administración pública arrojan un déficit del 8,51%, peor imposible.

Peor imposible, puesto que cualquier esperanza que hubiera existido para conseguir salir de la recesión a lo largo de este año queda absolutamente eliminada.

Será el segundo año, desde que se inició la crisis en 2008, que el crecimiento de la economía española es negativo. Y si los responsables de la economía española no dan un golpe de timón al rumbo mantenido hasta hoy, esta recesión puede ir a peor. La previsión de contracción del 1% realizada por la Comisión Europea no tenía en cuenta las medidas de recorte adicionales que el Gobierno deberá aprobar en los Presupuestos de 2012 para cumplir con los objetivos de déficit comprometidos. La recesión económica provocará una caída de ingresos de las principales figuras tributarias que posiblemente deje sin efecto los ingresos suplementarios que se esperaban con las reformas aprobadas recientemente.

¿Qué puede hacer el Gobierno del Partido Popular para remediar la situación? A corto plazo, más bien poco o nada. Nuestra única esperanza está en Bruselas y más concretamente en Berlín. Desde que se inició la crisis, Alemania ha tomado bajo su protectorado el mando de las economías de los países que forman la Unión Europea, muy especialmente de los países periféricos. La verdad es que no podemos decir que su liderazgo esté marcado por el éxito. Llevamos más de cuatro años de profunda crisis económica que no consiguió resolverse tras la aparición de aquellos pequeños brotes verdes que parecían señalar que la crisis estaba superada, pero lo que pareció gráficamente una V se ha transformado en una L de amplia base.

Sin embargo, Alemania, es decir, la señora canciller Merkel, no parece inmutarse ante los resultados negativos que está dando la política de rígida austeridad impuesta a los europeos. Las perspectivas económicas de la Comisión Europea para el conjunto de los países de la eurozona prevén un retroceso del 0,3% del PIB en 2012. La única esperanza se encuentra en que se decida una mayor flexibilización en el tiempo de los objetivos de déficit acompañada de mediadas de apoyo a la dinamización de la economía.

Ahora nos anuncian que se nos va a permitir una cierta flexibilidad en el objetivo de déficit para este año. En lugar del 4,4% del PIB bastará rebajar el déficit hasta el 5,3% (en lugar del 5,8% anunciado por Rajoy). Es decir, que al Gobierno español (que se muestra satisfecho por la concesión) no le cabe más remedio que preparar los Presupuestos del Estado para 2012 sabiendo que el objetivo será no superar el déficit del 5,3%.

España deberá aplicar un tijeretazo formidable: tendrá que recortar cerca de 50.000 millones de euros, en los nueve meses que quedan para acabar el año, que se sumaran a los recortes ya establecidos. Ello comportará actuar por el lado de los ingresos, aumentando significativamente más los impuestos y/o por el lado del gasto, utilizando las tijeras a diestro y siniestro y acabando con el modélico Estado del bienestar del que hemos venido disfrutando casi desde nuestro ingreso en la UE. Cualquier medida en este sentido acentuará la recesión y nos alejará todavía más de los objetivos de estabilización fiscal. Y lo peor es que el próximo año deberemos rebajar el déficit hasta el 3%.

¿Dónde están las medidas prometidas en campaña electoral por el Partido Popular o por CiU para generar empleo? El tiempo pasa y las únicas medidas que los ciudadanos contemplan y sufren son las que vienen protagonizadas por la tijera.

El problema está en que ahora el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza aprobado por 25 Estados de la UE ha colocado a Keynes en la ilegalidad. Quién dijo peor imposible.

Agustín Ulied. Profesor de Economía de Esade. Miembro del Team Europa

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