Rajoy promete recortes "justos, razonables y equitativos" en los presupuestos
El presidente Mariano Rajoy ha anunciado hoy que los presupuestos generales que presentará el próximo 30 de marzo incluirán recortes para reducir el techo del gasto del 4,2% y una rebaja del gasto de los ministerios del 12%.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado hoy que los presupuestos generales del Estado que se presentarán el próximo 30 de marzo incluirán nuevos recortes para reducir el déficit público, aunque prometió que serán "justos, razonables y equitativos" para no perjudicar a los que peor lo están pasando por la crisis económica.
Rajoy ha lanzado este mensaje durante una reunión en el Palacio de La Moncloa con 27 pequeños empresarios y emprendedores, a los que explicó el plan del Ejecutivo para que las administraciones públicas paguen a sus proveedores los aproximadamente 35.000 millones de euros que les deben en facturas pendientes.
El jefe del Gobierno subrayó que "no se puede vivir en un país donde la gente no paga" y recalcó que las administraciones públicas deben ser las primeras en dar ejemplo, porque su morosidad es "inaceptable".
"Esto es muy malo para la reputación de nuestro país, esto crea problemas de liquidez, esto hunde la situación de los emprendedores y afecta directamente al empleo", sentenció.
Sin embargo, Rajoy centró el grueso de su intervención en el exceso de déficit y en los recortes que el Ejecutivo está preparando para los Presupuestos Generales del Estado, a los que el Consejo de Ministros dará luz verde el próximo 30 de marzo. Indicó que el ajuste se plasmará con una reducción del techo de gasto del 4,2% y una rebaja del gasto de los ministerios del 12%, que darán lugar a "un Presupuesto difícil para tiempos difíciles".
Rajoy reconoció que "a casi nadie le gusta que le afecte el control del gasto público" y, por eso, subrayó que el Gobierno está intentando que los recortes sean "justos, razonables y equitativos".
El presidente puso de manifiesto que las administraciones públicas gastaron en 2011 unos 90.000 millones de euros más de lo que ingresaron, lo cual "no podemos mantener en el tiempo", porque la deuda se haría cada vez más grande.
Reconoció que esta situación es la que le ha obligado a tomar algunas decisiones que no contemplaba, como subir el impuesto del IRPF y el IBI, que se comprometió a "intentar corregir" a la baja "a lo largo de la legislatura", cuando la economía mejore.
Rajoy presentó la reducción del gasto público y la disminución del déficit como "una necesidad imperiosa y una obligación" para cumplir con los compromisos de la Unión Europea y conseguir que vuelva el crecimiento económico y la creación de empleo.
Rajoy ha admitido que "todo el mundo pide control, pero a casi nadie le gusta que el control del gasto le afecte personalmente o a su sector", y por ello el Gobierno trabaja para reducir y optimizar el gasto público de un modo "justo, razonable y equitativo".
La reducción del déficit, que deberá llegar como mucho al 5,8 % del PIB en 2012, se reflejará en los Presupuestos Generales del Estado que el Consejo de Ministros aprobará el próximo 30 de marzo, en los que se plasmarán esfuerzos como una bajada media del 12 % del gasto ministerial, ha recordado Rajoy.
Asimismo, el presidente enumeró una larga lista de reformas que pretende poner en marcha a lo largo de la presente legislatura y que forman parte de las prioridades del Gobierno para mejorar la competitividad. Entre ellas, mencionó la reforma laboral, sobre la que apenas hizo comentarios un día después de que los sindicatos se manifestaran en las calles como preludio de la huelga general.
El presidente del Gobierno únicamente justificó la reforma laboral para adecuar el sistema español al de otros países europeos "que han soportado mejor la crisis" y no han perdido millones de puestos de trabajo pese a la caída de la economía.
También citó el decreto ley para la mediación judicial, la reforma financiera, la limitación de sueldos para los dirigentes de entidades bancarias que hayan recibido ayudas públicas, la reforma de la educación, la mejora de la formación profesional, la reforma del mercado energético, la ley de emprendedores y una futura ley de mutuas.
Reconoció que España está "en una situación difícil", pero puede salir adelante con las medidas que está adoptando el Ejecutivo siempre que vayan acompañadas de un "control del gasto" y de un conjunto de reformas destinadas a "modernizar la economía".
Por último, Rajoy aseguró que las circunstancias actuales "obligan a tomar decisiones difíciles, pero las tomamos con la convicción de que es lo que necesita nuestro país". "Lo peor que se puede hacer y lo que más daño hace a España es no hacer nada", remachó.