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Cinco Sentidos

Nuevo punto de almuerzo para la clase ejecutiva

El restaurante madrileño Lúa estrena con éxito nuevo local, con un ajustado y generoso menú de temporada

Ha cambiado de ubicación, que no de barrio, y no se ha resentido ni la cocina ni la aceptación que tenía entre su clientela. De un pequeño y casi clandestino local en la calle Zurbano de Madrid, ha pasado a un moderno y luminoso espacio en Chamberí, que en los últimos años había acogido a Zaranda y Zorzal. Hoy, Manuel Domínguez se siente satisfecho de los logros alcanzados. En un breve espacio de tiempo , ha conseguido que su fiel clientela le siga y abra el elegante y robusto portón que da la bienvenida a Lúa (luna, en gallego). Se ha convertido en el nuevo lugar de encuentro de la clase ejecutiva a la hora del almuerzo. Su filosofía es que la buena mesa se disfruta con los cinco sentidos. Para ello, han rebuscado en los recetarios de madres y abuelas y, a partir de ahí, han creado un estilo propio y una manera de entender la cocina, con una depurada técnica, que se rige por el dictado del mercado. Dispone de un menú fijo (no existe la carta), que se renueva cada semana con productos de temporada, y a un precio competitivo (49 euros con IVA).

El aperitivo puede comenzar con un delicado y calentito irlandés de lentejas y boletus. La semana pasada siguió con un foie micuit con queso caramelizado con pan de cereales y pasas, y un socarrat de apio, chile verde y alga wakame con huevos de erizo y langostinos en cebiche. El plato de pescado de la semana era una excelente corvina con costra de pan romescu sobre sopa de callos y shitake. La carne, lomo de venado en reducción de teriyaki sobre ciruelas, orejones y pasas. De postre, ensalada de chocolate amargo con coral de frambuesa, rúcula y frutos del bosque.

Domínguez forma tándem con Pedro Espinosa. Ambos han incorporado, con el asesoramiento del sumiller David Villalón, del restaurante El Padre (uno de los lugares más demandados para comer de menú del día, en la calle Serrano), una interesante iniciativa, ajustada a los tiempos de crisis y con la idea de incentivar el consumo, como es cobrar los vinos a precio de coste. El descorche cuesta 5,50 euros por persona, independientemente del número de botellas que se consuman. También existe la posibilidad de degustar un menú de maridaje al precio de 78 euros. De esta manera se puede tomar una botella de champán de Bernard Brémont Cuvée Prestige por 30 euros o un André Clouet Grand Cru por 24 euros.

El vino tiene precio de coste. El descorche cuesta 5,5 euros

Entre los blancos, La Pola 2008, por 15 euros, Val de Sil 2010 (11 euros) o Frederic Emile 04 Trimbach Riesling (40 euros). En tintos, Alonso del Yerro 2008, 21 euros; Roda Reserva 2007, 22 euros; Altos de Losada 2008, 13 euros, o un Piélago 2009, 17 euros. Disponen además de un menú ejecutivo, con aperitivo y tres platos, de lunes a viernes, por 35 euros.

Lúa: Eduardo Dato, 5. Madrid. Tel.: 913 952 853. www.restaurantelua.com.

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