"Las joyas de Felipe González no son mi estilo"
Ha heredado la tradición de la centenaria firma familiar de lujo, aunque esta diseñadora encabeza una renovación
La joyería Yanes, creada en 1881, se ha rejuvenecido. Cristina Yanes (Madrid, 1961), quinta generación en la empresa familiar, ha apostado por una nueva línea de venta, Yanes Young, de productos entre 60 y 1.000 euros, alejados de la alta joyería clásica de la casa. Esta diseñadora explica que la nueva marca le absorbe gran parte de su tiempo, debido a que debe sacar dos colecciones al año.
¿Se ha rejuvenecido la clientela gracias a la nueva marca?
Sí. Sobre todo porque es una joyería vinculada a la moda.
"No hacemos una joyería hippy ni austera. Nuestra filosofía es que el tiempo no pase por la joya"
También por un precio más bajo.
Sí. Es nuestra primera respuesta a la situación de crisis. Hay que buscar un producto alternativo porque la joyería que teníamos el siglo pasado no está al alcance del gran público. Tiene futuro porque no hay mucha joyería de moda avalada por una marca como Yanes y con un diseño muy propio, siguiendo la tradición familiar. Como yo, que soy quien elige el producto, he heredado una filosofía de mis padres, de mis abuelos, de mis tatarabuelos, no he hecho una joyería cambiante. Los cánones de hace 130 años siguen vigentes. Pero tal como están las cosas, tal vez Yanes en unos años se convierta en otro tipo de empresa.
¿Qué tipo de empresa?
No lo sé. Pero las empresas familiares no son eternas. Somos la quinta generación. Llegará un momento en el que una generación no quiera llevar la empresa. Hoy en día, las cosas son diferentes a cuando yo era joven. Primero te tiene que gustar, sentirte atraído por el negocio en sí. Y hay que estar muy preparado, con estudios como dirección de empresas.
¿Qué dificultades tiene como empresa familiar?
Al ser tres hermanos compartiendo la dirección, las responsabilidades y las decisiones, a veces es más difícil aunar una respuesta. Tratamos de llevar departamentos diferentes, pero las decisiones importantes no las tomamos aisladamente y eso es complicado.
Y si algún grupo quiere comprar la marca Yanes, ¿está a la venta?
No se puede controlar el pretender durar eternamente. No sé lo que querrán hacer mis hijos o mis sobrinos el día de mañana. Es algo que habría que contemplar si realmente hubiera una empresa interesada en la firma. No digo que hoy mismo. Sería una pena que por pretender que continuase la familia, llegase un momento en que la marca desapareciese. Si realmente hay un grupo internacional que pudiera llevar nuestra firma al lugar más alto, ¿por qué no?
¿Cómo les ha afectado la crisis?
La crisis afecta sobre todo en el producto intermedio. En alta gama sigue habiendo ese cliente que gasta y no tiene problema. No así entre los rangos de 2.000 a 6.000 euros. Nos salvan los regalos por fechas especiales. Lo que ha caído es el consumismo que había de capricho, el del capricho por capricho.
¿Cuáles son los valores de la casa?
Lo que he heredado es transmitir confianza. Cuando vendes un diamante, el cliente confía en ti, porque tú le das seguridad en lo que le vendes y lo puedes avalar.
¿Y el estilo del producto?
Es una joya femenina, no pretendemos hacer una joyería ni hippy ni austera. Es una joyería delicada, con mucho detalle. Y también la filosofía de Yanes es que el tiempo no pase por la joya.
Usted tiene su propia colección privada de gemas, ¿qué le parecen las joyas-esculturas del expresidente Felipe González?
No es mi estilo. Lo que hace Felipe González me parece un arte muy bien enfocado, pero para otro tipo de clientela. Que un hombre tenga la sensibilidad de hacer eso me encanta, me parece muy valioso.