Kirchner decide el futuro de la filial argentina de Repsol
La presidenta argentina interviene en el Parlamento para despejar las incógnitas de YPF. El mercado baraja una nacionalización, muy improbable, o una intervención, más o menos moderada.
La intervención en el acto de inauguración del nuevo curso parlamentario que, sobre las cuatro de la tarde, hora española, protagonizará la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha creado la máxima expectación en ámbitos económicos, financieros y políticos, pues de ella va a depender el futuro de YPF, la filial argentina de Repsol. En las últimas semanas, los mercados bursátiles han jugado a una hipotética nacionalización o intervención de la compañía (ayer cayó un 15% en Bolsa) en la que la petrolera española tiene más del 70%, el grupo local de Enrique Eskenazi, un 25% y el Estado argentino una participación marginal de apenas el 1%.
Sea cual sea la decisión, en lo que todos coinciden es que ésta depende de la sola voluntad de Kirchner, hasta el punto de que el párrafo sobre energía que figura en su discurso, "está bajo llave", según fuentes empresariales. Las opciones que se barajan en el mercado sobre una decisión que la presidenta argentina justifica en el grave déficit comercial del país y los problemas de desabastecimiento energético en pleno invierno, son la nacionalización de la empresa o su intervención, tal como defienden dos bandos diferentes del Gobierno.
La primera, según informa el diario de Buenos Aires El Cronista, resulta muy improbable, teniendo en cuenta el difícil sustento legal de esta decisión y del uso de fondos públicos para abordarla (la estatización implica la compra de YPF por parte de Argentina). Además, la ley local no considera que lo que ofrece esta compañía sea un servicio público, con lo que la posibilidad de una nacionalización de YPF es tan improbable como hacerlo con cualquier otra multinacional extranjera.
En cuanto a la intervención, según el mismo diario, una medida tampoco nada halagüeña a la vista de lo ocurrido en su día con Aerolíneas Argentinas, se podría aplicar de dos maneras: reemplazando a los directivos de la filial de la petrolera que preside Antonio Brufau por funcionarios, o a través "una auditoría operativa", lo que implicaría la creación de una comisión dentro de YPF para analizar la situación de la compañía.
Salvo este último caso, los dos anteriores obligaría a una capitalización de la empresa para mantenerla en funcionamiento (de nuevo fondos públicos que la mandataria tendría que justificar)