Diez entidades juegan su última partida de póquer
Hace cerca de tres años que las entidades financieras españolas iniciaron su reestructuración "y el mapa bancario sigue totalmente abierto. Hemos perdido un tiempo precioso para reordenar el sector y evitar que varias entidades zombis sigan operando en el mercado. No es lógico". Esta es una opinión compartida por varios ejecutivos. Pero no todos son tan críticos.
"En este periodo sí se han logrado cosas. Se han dado pasos ahora considerados pequeños, pero han sido progresivos. Y sin ellos a lo mejor no se hubiera podido dar el salto de gigante que el Gobierno quiere dar ahora. Que queden solo una docena de entidades financieras. Para ello, antes se ha tenido que despolitizar el sector de las cajas de ahorros y ese ha sido un gran paso. Sin él a lo mejor no se hubiera podido seguir adelante para conseguir firmas más fuertes", señala otro ejecutivo de una gran entidad financiera.
Pero al margen de las opiniones, lo cierto es que aún quedan sobre el tablero financiero grandes incógnitas por resolver. "Esto es una partida de póquer y esta totalmente abierta", explican directivos del sector. Y todo se solucionará como en las grandes timbas en las que participan los campeones mundiales, la última mano es la decisiva.
Los jugadores: Santander, BBVA y La Caixa tienen ya sus cartas y con ellas se dará fin a más de una decena de entidades financieras.
Popular y Sabadell también están sentados en la mesa de juego, pero cuentan con menos fichas para cambiar. Ya han consumido una gran parte de sus cartas. Popular con Banco Pastor. Además ha pujado por Unnim y puede que haga lo mismo en la subasta de Banco de Valencia si no logra quedarse con la entidad catalana. Mientras que Sabadell ya realizó su gran apuesta con CAM, y ganó. Ahora está dispuesta a quedarse con otra pieza, pero pequeña. Cuenta con capital y solvencia para ello, tras la ampliación realizada.
Caja3 puede ser un objetivo, pero no es el único que se ha dirigido a la entidad que preside Josep Oliu.
"BMN, Banca Cívica, Liberbank, e incluso Ibercaja y Unicaja han hablado con todos los posibles jugadores, incluidos la gran banca. Unos con más o menos necesidad. Otros, a lo mejor más por curiosidad que por verdadero interés", señala un destacado ejecutivo de una de las principales entidad financieras del país.
Este directivo asegura que todo "está abierto. En estos momentos puede salir cualquier operación de fusión o absorción. Sabemos que es la gran y casi última oportunidad que queda para conseguir la cuota de mercado que siempre hemos deseado en las regiones en las que tenemos menos presencia. Esa es la carta que todos los grandes van a jugar".
Pero todos coinciden en que la reestructuración del sector financiero español pasa por Bankia. "El mercado no se cree que la entidad liderada por Caja Madrid pueda seguir sola, y menos que pueda absorber a otra firma como Novagalicia y ser viable", señala el director general de un gran banco. Su opinión es compartida por las fuentes consultadas.
"A lo mejor Bankia podría mantenerse independiente si la economía mejora, algo que aún es complicado, pero si el mercado no está convencido del futuro en solitario de Bankia no se habrá resuelto el problema. La desconfianza hacia un gran actor, el tercero, del sistema financiero español seguirá", declaran dos destacados ejecutivos bancarios.
El director general de otra entidad asegura que el futuro de la firma que preside Rodrigo Rato "pasa por una resolución del Gobierno". Y la más proclamada es o bien que el grupo venda un 25% de sus activos, bien por regiones en las que opera, o bien subastando alguna de seis de las siete entidades que la forman -Caja Madrid siempre sería la cabecera del grupo resultante-. Posibles compradores no faltan. Una posible fusión con La Caixa ha perdido partidarios, pero nadie la da por enterrada.
Eso sí, la entidad que preside Isidro Fainé está interesada en el mercado gallego, donde su presencia no es muy destacada y en Banca Cívica. Pero no está dispuesta a "aguantar injerencias políticas por parte del Gobierno gallego", explican fuentes de la entidad.
La posible incorporación de una entidad pequeña a Bankia o una posible oferta para pujar por la entidad gallega o por Catalunya Caixa será mirada con recelo por todo el sector y el mercado.
Fuentes de Economía recuerdan que cualquier "fusión u operación corporativa tiene que demostrar que es viable. El ministerio será muy exigente con los proyectos corporativos que presenten las entidades".
Alguna que otra entidad de tamaño mediano también quiere jugar al póquer, pero su apuesta debe ser impecable. Unicaja es una de ellas. Su última jugada, Caja Duero-España, aún está en el aire y su futuro es cada vez más incierto. Quiere recibir ayudas para finalizar esta fusión.
Varias fuentes aseguran que en la recámara cuenta con dos ases: Ibercaja, con la que se especula que mantiene conversaciones en los últimos días, y Banca Cívica, en la que está Cajasol. De esta forma, Braulio Medel y el Gobierno andaluz, sea del PSOE o del PP -ambos quieren una gran caja regional-, cumplirían su sueño. Lo cierto es que tanto Unicaja como Ibercaja -junto a Popular, principal candidato a quedarse con Unnim- deben dar el salto.
"Puede que ambas entidades sean solventes, pero su modelo ha quedado obsoleto", afirmaba ayer un director general de un banco.