Tempestad y... ¿calma?
Este 2012 vuelve a brillar tras un año 2011 muy difícil para los gestores alternativos. La eliminación de gran parte del riesgo sistémico financiero por parte del BCE, gracias a sus operaciones de liquidez a tres años y a la mejora de la actividad económica global excluida Europa, está propiciando un buen comienzo de año para la industria alternativa y para los activos tradicionales.
En 2011 los fundamentales no funcionaron bien y los mercados se movieron por impulsos de activar riesgo/cerrar riesgo, que supuso un verdadero quebradero de cabeza para los gestores. Este año, los fundamentales parecen estar funcionando mejor, lo que está facilitando que el alfa vuelva a estar presente. Merece la pena resaltar la labor de preservación de capital que muchos gestores consiguieron en 2011, pese a que no consiguieran los objetivos esperados de rentabilidad. En lo que llevamos de año estos mismos gestores están consiguiendo rentabilidades muy positivas que, unido a la preservación de capital, hacen que sus rentabilidades totales en el medio plazo sean muy atractivas.
El comienzo del año parece estar confirmando la regla no escrita de la industria alternativa que dice que años posteriores a rentabilidades grises ofrecen rentabilidades atractivas. Para el resto del año, la dinámica va a seguir estando condicionada por decisiones políticas y la evolución de la economía global. Entre las variables políticas a tener en cuenta, destaca un nuevo frente debido al conflicto con Irán. En este caso, otra clase de activo alternativo, como las materias primas y especialmente el petróleo, pueden sufrir un fuerte repunte. Algunas casas de análisis estiman que cualquier conflicto con Irán podría llevar el precio del barril de crudo Brent en un rango que oscila entre los 150 y 200 dólares desde los 120 actuales. El precio actual ya está en niveles de los máximos alcanzados en 2008.
Con todo esto, 2012 se vuelve a configurar como otro año de incertidumbres. Si las condiciones económicas siguen con la mejora de su evolución, y las variables políticas son menos inciertas, tanto los activos alternativos como los activos tradicionales podrían continuar con el buen tono visto.
Sin embargo, los problemas no están totalmente resueltos y es necesario prestar atención a otros focos inquietantes. De nuevo, en este contexto, la posibilidad de protección de capital proporcionada por ciertos gestores alternativos configura un elemento importante de diversificación en cualquier cartera. Las materias primas, y especialmente el petróleo, por el contrario, podrían proporcionar ese elemento de protección de la riqueza real si los riesgos geopolíticos continuasen aumentando.
Luis González. Miembro del equipo de análisis y selección de alternativos de BBVA Quality Funds