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El ministro de Hacienda y Franco

Cristóbal Montoro aprovechó el domingo las ultimas horas de Arco para darse un baño de arte moderno. Recién llegado del 17 Congreso del PP en Sevilla (de donde sale como vocal en el nuevo Comité Ejecutivo Nacional, tras dejar la coordinación de Economía del partido), el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas paseó por los estands de las galerías vestido de faena: traje oscuro, corbata verde y abrigo recogido sobre el hombro.

A pesar de la actitud accesible y de que su visita pasó de dos horas, casi ningún asistente a la feria se dirigió al ministro que acaba de subir el impuesto de la renta a los españoles. Y eso que pocas horas antes cientos de miles de ciudadanos protestaban en las calles contra los ajustes y la reforma laboral.

Eso sí, algún galerista aprovecho la ocasión. Y luego presumió ante sus colegas de haberle reclamado mejoras fiscales para el sector, poniéndole como ejemplo Alemania. Por cierto, que Montoro demostró una vez más su dominio de lo suyo y, según el galerista, llegó a precisarle un porcentaje de la normativa alemana al profesional del sector.

En su larga visita, aparentemente solo para mirar y no para comprar, el ministro se pasó por el estand de la galería ADN, de Barcelona, que contaba con el aliciente de exponer la obra más vista de Arco 2012. Se trata del Franco semiagachado dentro de una nevera tipo Coca-Cola, la polémica escultura 'Always Franco', de Eugenio Merino, que ha suscitado la polémica, y también la indignación de alguno (la Fundación Francisco Franco ha anunciado su intención de demandar a Merino, ya que considera que su pieza es "una ofensa que ninguna civilización moderna puede tolerar", según el director de la institución, Jaime Alonso, quien también opina que la imagen del dictador congelado "genera odio").

Muy al contrario, Montoro, probablemente el único miembro del Gobierno que se ha acercado a ver en directo la controvertida escultura en Arco, esbozó una amplia sonrisa tras pasar un breve rato contemplando la obra, mezclado entre el numeroso grupo de curiosos que en ese momento se concentraban ante el cristal de la ya famosa nevera de refrescos, muchos de los cuales orientaban sus objetivos hacia... el 'Generalísimo'. Lo cierto es que Montoro, que es de natural sencillo y, eso mismo... natural, pasó desapercibido no solo en el estand de ADN, sino casi durante toda la visita.

Donde sí se encendían los focos justo en esos mismos momentos era a un par de centenares de metros de allí, donde ya estaba extendida la alfombra roja para la Gala de los Goya, un par de horas después del cierre de Arco y donde otro ministro, el de Educación, Cultura y Deporte sí pasó la noche en el punto de mira de las cámaras. Allí, con José Ignacio Wert en lugar preferente, el monólogo inicial de la presentadora, Eva H, se centro, cómo no, en la crisis de los mercados: "Las Bolsas, ¡ay, las Bolsas!, qué os voy a decir de las Bolsas... si ya te las cobran en todos los supermercados".

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