Passos Coelho espera que la economía portuguesa empiece a crecer en 2013
El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, ha señalado que la economía lusa podrá "empezar a crecer" en 2013, pero reconoció que el desempleo seguirá en aumento este año y puede llegar al 13,5%.
"Nuestra perspectiva es que 2013 sea un año en el que gradualmente la economía portuguesa comience a crecer", declaró Passos Coelho a los periodistas en una visita al interior del país.
Portugal tiene un programa de asistencia económico-financiera que durará hasta 2014 y según los términos de ese programa está previsto que para final de este año "comience ya a haber una inversión del ciclo", argumentó el gobernante. Sin embargo, admitió que el desempleo continuará al alza "durante estos primeros seis meses", aunque no crecerá al ritmo actual.
La tasa de paro en Portugal alcanzó al final de 2011 una media del 12,7%, casi dos puntos por encima de la registrada un año antes. Passos Coelho apuntó que este porcentaje va a subir en los próximos meses hasta cerca del 13,5% debido a los "efectos recesivos" de la economía portuguesa.
Ante esta previsión aseguró que su Gobierno "está preparado para apoyar a las personas que queden en paro", pero añadió que "no puede pagar subsidios para toda una vida". "La economía tiene que crear oportunidades de empleo para absorber a aquellas personas que están involuntariamente en esa situación", afirmó.
El primer ministro descartó que haya indicadores económicos negativos imprevistos, y confió en que las reformas en marcha y "el buen desarrollo presupuestario" garantizarán el camino hacia el inicio de la recuperación económica.
Passos Coelho, líder del Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha), ganó las elecciones anticipadas de junio pasado en medio de un grave crisis económica que obligó al Ejecutivo socialista anterior a pedir un préstamo de 78.000 millones de euros a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para cumplir los objetivos impuestos en ese rescate, el actual Ejecutivo ha aplicado un duro programa de recortes que incluye un aumento generalizado de impuestos, subidas en el precio de la sanidad y los transportes públicos, privatizaciones y reducción del gasto púbico, entre otros ajustes.
Una de las metas más difíciles para Portugal es la reducción del déficit público, que al cierre de 2010 se situaba en el 9,8% y debe bajar a menos del 3% en 2013.
La economía portuguesa cayó en recesión en 2011 y cerró el ejercicio con una contracción del 1,5%, una décima menos de lo previsto por el Gobierno y el Banco Central lusos. Estos datos contrastan con la evolución del Producto Interior Bruto (PIB) en 2010, cuando el país logró crecer un 1,4%, a pesar de la crisis que afectaba Europa.