Vodafone usará Cable & Wireless para explotar el negocio de grandes redes
Vodafone ha admitido esta mañana que está en las primeras fases de un proceso de evaluación para una posible oferta por la operadora, también británica, Cable & Wireless Worldwide. Una operación que le abre la puerta del negocio de grandes infraestructuras en el mundo corporativo.
No es una operación doméstica en las telecos británicas. Tiene auténtico alcance mundial. Vodafone ha confirmado hoy, en un hecho relevante remitido a la Bolsa de Londres, que está en las primeras fases de un proceso de evaluación para una oferta por la también británica Cable & Wireless Worldwide (C&W).
La compañía no ofreció ningún detalle financiero. Diversos medios británicos indicaron que Vodafone podría ofrecer en torno a 700 millones de libras (unos 830 millones de euros).
Vodafone sí indicó que lo más probable es que el pago se hiciese en efectivo. En cualquier caso, el grupo no tendría ningún problema para financiarla y es que, por ejemplo, en el último trimestre generó un flujo libre de caja de 1.500 millones de libras (prevé alcanzar un rango de entre 6.000 y 6.500 millones en el ejercicio fiscal en curso, que acaba a final de marzo).
Ahora bien, la operación va más allá, puesto que la compra daría a Vodafone un nuevo perfil, al convertirse en un operador integrado global. Según un informe de la consultora Ovum, la fusión daría a Vodafone el control de una "red global de relevancia para los servicios de comunicaciones fijas que complementaría e incluso se integraría con las operaciones en telefonía móvil que la compañía tiene en todo el mundo". Actualmente, las infraestructuras de C&W se extienden por Reino Unido, la Europa Continental, sureste asiático, Oceanía, India, África, Oriente Medio y Norteamérica.
Es decir, Vodafone accedería a unas redes que le permitirían fortalecer su posición y aumentar su capacidad para hacer frente al imparable crecimiento del tráfico de datos a través de las redes móviles.
Pero, además, la compra de C&W otorgaría a Vodafone una posición significante en el negocio de los servicios globales empresariales. David Molony, analista de Ovum, indicó que la operación encajaría con la actual estrategia de crecimiento de Vodafone en la zona de Asia-Pacífico, y es que C&W tiene el mayor ratio de penetración de los servicios fijos empresariales en la región de compañías y operadoras de telecomunicaciones europeas y estadounidenses. Con este movimiento, el grupo británico pasaría a competir en el negocio corporativo con grupos como AT&T, NTT, BT y France Télécom, entre otras compañías.
El posible movimiento ha tenido un fuerte impacto en los mercados. Las acciones de C&W se han disparado cerca de un 30% tras conocerse las intenciones de Vodafone, mientras que el gigante de los móviles subió un 0,7%, lo que implicaría que los inversores ven bien la posible compra de C&W. Esta última empresa acumula una revalorización del 57% desde principios de año, y es que los rumores sobre una posible opa por parte de grupos como AT&T, Verizon, Telefónica y la propia Vodafone se han disparado en los últimos tiempos.
Las especulaciones ganaron fuerza en noviembre cuando C&W anunció el nombramiento como consejero delegado de Gavin Darby, ex alto directivo de Vodafone, donde ocupó distintos puestos como el director financiero o consejero delegado de la división británica.
La integración en Vodafone sería el principio del fin como empresa independiente de C&W. La empresa, surgida en el siglo XIX en el telégrafo, rompió en los años noventa el monopolio de BT. Posteriormente, se fue deshaciendo de sus negocios residenciales en Reino Unido y Hong Kong para concentrarse en el área de empresas. En 2010 segregó sus negocios residenciales en el Caribe, creándose Cable & Wireless Communications. En su nueva etapa, C&W ha incumplido en varias ocasiones las previsiones de resultados, una evolución penalizada por las Bolsas, que ahora parecen ver su futuro en manos de Vodafone u otro aspirante.