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En 2011 la economía cedió un 5,5% y la tasa de paro se situó en el 19%

Grecia, dos años en el quirófano

Dos años después de que Grecia pidiera formalmente el primer rescate la economía del país ha ido de mal en peor. La tasa de paro se ha duplicado, el PIB no ha parado de caer, los ciudadanos han reducido su poder adquisitivo en un 20% y la deuda pública ha aumentado 50 puntos.

Grecia lleva siendo desde hace más de un año el riesgo europeo por excelencia. La posibilidad de quiebra planea sobre el Viejo Continente, pero cuando parece que todo está a punto las autoridades helenas relajan sus posiciones y acaban cediendo a las condiciones que impone la troika. Ajustes y austeridad parecen ser la única solución para unos habitantes que día a día ven cómo su poder adquisitivo queda debilitado.

Los primeros signos de la cruda situación que vive Grecia comenzaron a evidenciarse a finales de diciembre de 2009 cuando el déficit público de Atenas se situó en 12,7% y su deuda se elevaba hasta el 113,4% del PIB. Estos niveles sobrepasaban los límites que marcaba Europa y las alertas no tardaron en dispararse. Meses de rumores acabaron desembocando en una petición oficial de rescate por parte del primer ministro, Yorgos Papandreu, que se hizo efectiva en mayo de 2010.

Según lo acordado en el primer rescate, la troika, compuesta por el BCE, la UE y el FMI, otorgaría a Grecia 110.000 millones de euros para poder hacer frente a sus pagos y vencimientos de deuda. Pero la recepción de esa cantidad estaba condicionada a un duro ajuste que terminaría asfixiando a un país de 11 millones de habitantes y costando el puesto al ministro de Finanzas, George Papaconstantino, y posteriormente al primer ministro heleno, Yorgos Papandreu.

El plan de ajuste inicial incluía un fuerte recorte del gasto público, además de distintas iniciativas que iban encaminadas al incremento de los ingresos. Atenas puso en marcha un sistema impositivo con el que abastecer a unas arcas vacías. La reforma laboral, el despido de funcionarios, la aprobación de un tributo para las propiedades inmobiliarias y la privatización de las 'joyas de la corona', sus mejores empresas públicas, son solo algunos de los ejemplos.

La impopularidad del PASOK creció a pasos agigantados y los sindicatos no dudaron en salir a la calle en innumerables ocasiones para protestar contra una política que llevaba a las clases medias a apretarse el cinturón y a pagar las responsabilidades de una mala gestión financiera en la que la evasión de capitales estaba a la orden del día. El poder adquisitivo de los ciudadanos griegos se ha visto reducido considerablemente tras la caída de los salarios -entre un 20% y un 30%- y la incesante subida de los precios.

Al problema de la pérdida de poder adquisitivo se añaden las dramáticas cifras de desempleo que han provocado que un 13% de los hogares no dispongan de ningún tipo de ingreso, según un informe presentado por el Banco de Grecia ante el Parlamento.

Cuando estalló la crisis que dio origen al primer rescate (en mayo de 2010) la tasa de paro ascendía al 12%. A día de hoy y según los últimos datos que publica Eurostat, en octubre de 2011 la tasa crecía hasta el 19,2%. Dentro del conjunto de personas sin trabajo, la población joven es, sin lugar a dudas, la que se lleva el golpe más duro. En concreto para este colectivo el paro se sitúa en el 43,5%: cuatro de cada diez jóvenes en Grecia no tiene trabajo. Con estos Grecia se convierte, con España, en el país de la eurozona en la que los jóvenes encuentran más obstáculos para acceder a un puesto de trabajo.

Pero las ayudas dadas a Grecia, que tanto se han dilatado en el tiempo, a día de hoy se encuentran lejos de solucionar la maltrecha situación del país. El déficit público es uno de los grandes quebraderos de cabeza de los miembros de la zona euro y prueba de ello son las reformas emprendidas en distintos países como por ejemplo Francia y España que tienen por objeto recortar los niveles de déficit.

En 2009 los datos que se iban publicando sobre Grecia reflejaban que el déficit se situaba en el 10,5%, cifra que acabaría por confirmarse al año siguiente. Este dato se encuentra muy alejado de los límites que marca el Tratado de la UE en donde se establece como elevado la cifra del 3%. Un año después del primer rescate y con el segundo sobre la mesa el déficit del país solo ha bajado 1,4 puntos, según señala Eurostat, y continúa marcando el devenir de una economía que tendrá que asumir nuevos recortes, según dejó constancia el Eurogrupo en la reunión del 9 de febrero. A los 3.300 millones que impone la troika que suman ahora otros 325 que proceden de las condiciones que imponen los ministros de Economía y Finanzas la zona euro.

Además del déficit público, la balanza de pagos tampoco arroja cifras que inviten al optimismo. Aunque según lo recogido por el Banco de Atenas el déficit exterior ha caído en 2.000 en 2010 respecto al mismo periodo del año anterior, la cifra total (23.000 millones de euros) continúa siendo muy alta y equivale al 7,6% del conjunto de una economía que mantiene una gran dependencia exterior.

Volumen de deuda

En 2009 el volumen de deuda griega escalaba hasta el 113% del PIB. Este dato fue uno de los detonantes del primer rescate ya que Atenas no podría hacer frente a los vencimientos y empezaba a presentar problemas para financiarse. Sin embargo, las sucesivas ayudas otorgadas al país, lejos de aligerarla, lo que ha hecho ha sido aumentarla hasta el punto de que ya no se habla de si habrá quiebra en Grecia o no, algo que se da por descontado, sino si esta será ordenada o voluntaria. No obstante, aunque el impago sea organizado la reducción de la deuda será infuciente debido a la incapacidad de crecimiento, tal y como señala Carmignac Gestion en un informe.

En verano los rumores que llegaban desde el Mar Egeo provocaron que las crisis en el mercado de deuda viviera una de sus peores momentos. En julio ya el mercado especulaba con la idea de que la única salida viable era la condonación de parte de una deuda que en 2010 se situaba en el 143% del PIB y que en el último trimestre de 2011 subía hasta el 160%: al cierre del año Grecia contaba con 347.000 millones de euros en deuda.

Del 21% de quita en octubre el porcentaje pasó a ser del 50% y a comienzos de este año los acreedores privados y el Gobierno volvieron a retomar las negociaciones para descontar el 70%. El problema que se presenta ahora y sobre el que a día de hoy continúan las conversaciones entre el Instituto Internacional de Finanzas y el gobierno de Lucas Papademos es el tipo de interés de los bonos a 30 años. La banca abogaba por que la rentabilidad no bajara del 4% pero Europa expresó su no rotundo y obligó a Grecia seguir negociando para que cayera del 3,5%.

Perspectivas de crecimiento

Con este sombrío panorama que se cierne sobre Grecia la vuelta al crecimiento queda aplazada para 2013. Los consecutivos ajustes a los que día a día se enfrenta el país para poder salir a flote no hacen más que ahogar la recuperación. Si en 2010 el PIB cayó un 3,5%, 2011 siguió con la misma tendencia y pasó a desplomarse un 5,5%.

El acuerdo al que ha llegado el Parlamento griego esta noche permite ver algo de luz al final del túnel. Después de que el pasado viernes uno de los partidos de la oposición se descolgase del pacto firmado entre las distintas fuerzas, esta mañana el mercado amanece con una buena nueva: los diputados helenos han dicho sí al nuevo plan de reformas que permitirá la liberación del segundo rescate. Con los 130.000 millones que se concederá al gobierno de Lucas Papademos, el país podrá hacer frente a sus vencimientos y reducir la deuda en 100.000 millones, tal y como ha dado a entender el propio Venizelos.

La decisión, recibida entre vítores por el resto de Europa, ha sido tomada en medio de un clima de gran incertidumbre social, ya que los ciudadanos han salido a las calles para pedir a los políticos que digan no a los nuevos ajustes aunque ello suponga la salida abandonar la moneda única.

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