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El país, a la espera del Eurogrupo el miércoles

Grecia, ¿y ahora qué?

El 'sí' del Parlamento griego a las medidas de austeridad decretadas por Bruselas abre un camino para un país que arde entre la recesión, las deudas, las huelgas y las revueltas de una población que está pagando las consecuencias. El Gobierno de Lucas Papademos mira ahora a la reunión del Eurogrupo del próximo día 15 en la que, previsiblemente, se avanzará hacia la liberación de los 130.000 millones de ayudas y el plan de rescate para la quita del sector privado. El 'sí' logrado ayer en Atenas, sin embargo, difícilmente liberará al Eurogrupo de la desconfianza que mantiene hacia el Gobierno heleno tras dos años de incumplimientos.

Un manifestante griego se enfrenta a la policía en los disturbios en la noche del 12 de febrero en Atenas.
Un manifestante griego se enfrenta a la policía en los disturbios en la noche del 12 de febrero en Atenas.Reuters

El Gobierno de Lucas Papadimos se esfuerza por tranquilizar a su población y a la UE. El directivo ha solventado el escollo parlamentario, sofoca las revueltas y, sobre todo, mira a la reunión que mantendrá el Eurogrupo el próximo miércoles día 15 y que deberá liberar, esta vez sí, los 130.000 millones necesarios para evitar que el país incurra en un impago en su próximo vencimiento de deuda pública: 14.500 millones el 20 de marzo. Los parlamentarios griegos prefirieron, según las palabras del ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, lo "malo antes que lo peor". En las horas previas al debate, el primer ministro griego, Lucas Papademos, había adoptado una postura algo más dramática y advirtió a los diputados de que de ellos dependía la continuidad de Grecia en la eurozona y la Unión Europea. "Hoy se decide si el país seguirá en Europa Unida y en la zona euro", afirmó en su discurso el primer ministro, el último antes de la votación.

Lo cierto es que lo más difícil va a ser difuminar la desconfianza que sienten los líderes políticos hacia el comportamiento del Gobierno griego, tras dos años de evasivas y apenas algo más que buenas palabras. Los policitos, incluso, van endureciendo su discurso: Como el del ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quien aseguró que ""Las promesas de Grecia ya no son suficientes para nosotros", y subrayó en declaraciones a Welt am Sonntag, que el país "ha de hacer los deberes". El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable del área económica, Olli Rehn, ha advertido además que con lo aprobado ayer no es suficiente. "Confío en que el resto de condiciones, incluyendo la identificación de medidas concretas por valor de 325 millones de euros, se completen de hoy a la celebración del Eurogrupo".

Tanto el Fondo Monetario Internacional como el BCE o los líderes políticos han dejado claro que Grecia necesita menos palabras y más hechos, después de numerosos incumplimientos y de, en su opinión, haber casi tirado por la borda el primer plan de rescate, valorado en 110.000 millones de euros (mayo de 2010).

El ejemplo de ello se produjo la semana pasada: el Gobierno griego aprobó el plan de ajuste propuesto por Bruselas. Sin embargo, esto no fue suficiente para el Eurogrupo. Los ministros europeos temieron una nueva treta del Estado griego para tomar el dinero y correr a gastárselo en la élite de una administración que, según el borrador del plan de ajuste, supone un tercio de la nómina de la administración pública. Por eso, exigieron un ajuste suplementario de 325 millones, la aprobación en el Parlamento de las medidas (lograda ayer) y el pacto de que el Gobierno que resulte de los comicios en abril no dará marcha atrás en este pacto. A finales de año, incluso, Atenas se permitió soliviantar al resto del continente al convocar un referéndum para que fuesde la población la que decidiese su futuro. Loable desde el punto de vista democrático; inasumible para Bruselas. El Ejecutivo, finalmente, se echaría atrás, pero dejaría a sus homólogos al oeste con la mosca tras la oreja.

El acuerdo, eso sí, fue escaso entre los muros de la Cámara baja (199 diputados votaron a favor del acuerdo, 300 bien se abstuvieron o se ausentaron de la votación, y 74 votaron en contra, 45 de ellos miembros de la coalición gobernante)

La aprobación de las medidas, además, permitirá además involucrar a la banca en el rescate de la economía nacional. El objetivo es que los acreedores privados acepten una quita voluntaria de al menos el 50% de los bonos griegos que tienen, lo que liberaría al país de una carga de 100.000 millones de euros en deuda. Además, se reestructuraría el resto, alargando el vencimiento y rebajando el interés. El tiempo se agotaba para el Estado griego, se han afanado en asegurar fuentes políticas provenientes de Bruselas, toda vez que si no habría sido difícil la participación del sector privado antes del 20 de marzo.

Atenas, presa de los disturbios

Después del 'sí' del Parlamento, se iniciaron violentos disturbios con intercambio de gases, de un lado, y de piedras y cócteles molotov del otro, que continuaron hasta la votación del acuerdo en diversos puntos del centro de Atenas, informa Efe.Más de un centenar de personas han resultado heridas y unas 50 detenidas en los disturbios. Una fuente policial aseguró que más de cien agentes han sido heridos de diversa consideración. Por otra parte, los medios griegos informaron de 54 hospitalizados, entre civiles y policías.Un total de 48 personas fueron detenidas en los disturbios, según datos policiales, de las cuales se ha presentado cargos contra 23, mientras que el resto espera una decisión oficial.Más de una docena de edificios han ardido, entre ellos dos cines y varias sedes bancarias, incluido el edificio central del banco Alphabank.Además, una comisaría de policía fue atacada y un grupo de manifestantes intentó ocupar, sin éxito, el edificio del Ayuntamiento.Por otro lado, el grupo de "hackers activistas" Anonymous bloqueó las páginas web del primer ministro y la Policía griegos en cuanto se conoció el resultado de la votación.

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