Qué cara es una mala imagen
La reprogramación de obras, la paralización de proyectos como la privatización de Aena y Loterías o el cambio unilateral de contratos, como en las autovías de primera generación, amenazan con dar al traste con la buena imagen que tenían las empresas españolas en materia concesional.
Los bancos internacionales acreedores de parte de la deuda de las radiales de Madrid están presionando al Gobierno para que resuelva la situación de estas vías lo antes posible. Y aunque el anterior Ejecutivo, primero, y los nuevos responsables, ahora, se han comprometido a darle una solución, lo cierto es que llevan más de dos años asomadas al abismo de la quiebra. "¿Cuál es la consecuencia? Que muchos inversores extranjeros no quieran saber nada de España", lamenta un constructor.