Alerta contra la exploración petrolífera en Canarias
La organización internacional de conservación marina Oceana advierte que la realización de prospecciones petrolíferas frente a las costas orientales de Lanzarote y Fuerteventura ocasionaría graves daños medioambientales.
La organización internacional de protección marina Oceana muestran en un comunicado difundido hoy su rechazo "ante el apoyo del Gobierno a la realización de prospecciones petrolíferas frente a las costas orientales de Lanzarote y Fuerteventura". Esta semana el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha declarado que España "no puede permitirse el lujo" de no autorizar prospecciones en busca de petróleo en aguas de Canarias y que "la opinión del Gobierno es que la Comunidad Autónoma debiera poder tener lógicamente un beneficio" si se hallaran yacimientos y, en su caso, se decidiera explotarlo.
La organización internacional de conservación marina alerta de que los lugares autorizados para la exploración se encuentran frente a zonas protegidas y junto a algunas de las áreas de mayor valor ecológico de Canarias, "que sufrirían graves daños por el aumento de tráfico marítimo y la llegada de posibles vertidos".
En 2001 el Gobierno de José María Aznar ya autorizó los permisos que Repsol solicitó entre las costas de Lanzarote y Fuerteventura y la costa marroquí de Tarfaya. Posteriormente fueron paralizados por defectos de forma en relación con el impacto ambiental. "Como parece que hay petróleo y gas", dijo recientemente el ministro Soria en declaraciones difundidas por medios canarios, "y como Marruecos ya está al otro lado de la mediana, lo que vamos a hacer es solicitar audiencia a las administraciones canarias implicadas. "Y desde luego, nos vamos a oponer a que haya exploraciones para ver si hay o no hay petróleo·,
Oceana acusa en su comunicado a Repsol y a su filial Ripsa de ocultar "datos sobre los ecosistemas de fondo para facilitar las licencias y no tener problemas con la declaración de impacto ambiental". "Los ecosistemas de gran profundidad son enormemente vulnerables por su lento crecimiento", explica Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana Europa. "En las zonas que albergan hidrocarburos suelen asentarse arrecifes de coral, que crecen favorecidos por los escapes de gas y en algunos casos llegan a alcanzar 8.000 años de edad. Es una inconsciencia destruir estos hábitats en unos pocos años para favorecer la extracción de un recurso energético finito y altamente contaminante".