Cuenta atrás para un acuerdo griego
El acuerdo es un hecho. Solo falta traducirlo a lenguaje legal y sortear los últimos detalles para poner fin a la pesadilla en que se ha convertido la negociación sobre la quita para la deuda griega.
Una de las explicaciones que dan los estudiosos de la conducta alemana sobre la actitud que ha mantenido la canciller Angela Merkel durante la crisis fiscal europea es que en buena parte se busca voluntariamente poner al país incumplidor contra las cuerdas, exprimirlo hasta las últimas. ¿Para qué? Para que escarmiente, pague por sus pecados, acepte todos sus dictados y esté en una situación tan débil que su capacidad para rebelarse sea nula.
Así está sucediendo con Grecia, asfixiada financiera y humanamente por un plan de austeridad de caballo decretado desde los despachos europeos y al que debe atenerse si quiere que le mantengan la respiración asistida. Eso sí, puede que Alemania se considere moralmente victoriosa, pero son muchos los cadáveres que han quedado por el camino. El primero son las arcas mundiales, porque el coste del segundo rescate a Grecia se ha ido multiplicando según se retrasaba su llegada y la economía del país heleno se desangraba por las medidas de austeridad.
Los dueños de la deuda griega tampoco están muy contentos. Aunque pocos se lo creyeran realmente (el papel lo aguanta todo, dicen, y luego está lo que sucede en realidad), lo cierto es que este verano los inversores privados podrían haber escapado del infierno heleno con unas pérdidas firmadas por su inversión del 21%. Ahora, sin embargo, se enfrenta a una quita que puede rondar el 70%, lo que además condiciona el éxito del acuerdo, porque algunos inversores pueden negarse a aceptar esta pérdida voluntaria y poner a Europa contra las cuerdas por las consecuencias que tendría la activación de los seguros de impago (los famosos CDS).
Pero eso será más tarde, porque ahora lo que se descuenta es que, al fin, está todo hecho para que los grandes representantes de la banca, el Instituto de Finanzas Internacionales (IFF, por sus siglas en inglés), la institución que representa a los inversores privados en la negociación, lleguen a un acuerdo con Grecia sobre la quita a asumir en la deuda soberana helena.
Así lo ha asegurado este sábado el IFF en un comunicado. "Estamos cerca de finalizar el acuerdo", asegura el documento, difundido por la agencia Bloomberg. Durante la jornada del sábado, las dos partes han avanzado en las negociaciones y se espera el acuerdo final pueda cerrarse durante la semana entrante, añade la patronal bancaria.
Este pacto pondrá fin a un tira y afloja que ha durado meses. Ahora habrá que ver cuál es la letra pequeña del acuerdo y descubrir si todos los involucrados están dispuestos a aceptar las pérdidas sin pedir que, a cambio, se activen sus mecanismos de protección para estas eventualidades (los CDS), lo que llevaría a una declaración de quiebra del país.