Los directivos españoles son más optimistas que el resto sobre la evolución económica
Casi la mitad de los presidentes y consejeros delegados (CEOs) españoles (el 45%) cree que la situación económica empeorará en el año 2012, aunque el 32% confía en que mejore frente al 15% de los directivos mundiales, según la encuesta mundial CEOs realizada por PricewaterhouseCoopers (PwC).
Así, el porcentaje de los directivos españoles que opinan que mejorará la situación (32%) duplica al de sus homólogos globales, algo que PwC achaca a que España parte de una situación peor que la de otros países.
La encuesta, que se presenta este martes en el foro económico de Davos, revela que los ejecutivos tienen más confianza en la evolución de sus propias empresas que en la marcha de la actividad mundial. De hecho, el 40% de los CEOs mundiales y el 30% de los españoles asegura tener mucha confianza en el crecimiento de ingresos de sus compañías.
Esta contradicción se explica porque los máximos directivos creen que han hecho los deberes y que sus organizaciones están ahora más afinadas que en 2008, al inicio de la crisis, para afrontar un periodo de débil crecimiento.
Esto ocurre porque las empresas han transformado sus modelos de negocio y cuentan con balances más sólidos, unas estructuras de costes más eficientes y una mejor gestión de los riesgos. Además, muchas han invertido en mercados emergentes y han diversificado sus fuentes de negocio.
La confianza de los CEOs se refleja en sus expectativas de creación de empleo. Así, el 51% de los encuestados tiene previsto incrementar su plantilla en los próximos doce meses, porcentaje que se eleva al 60% en el caso de los españoles. Sin embargo, un 34% de los presidentes y consejeros delegados españoles seguirá la destrucción de puestos de trabajo.
En cuanto a las principales amenazas para los negocios, los directivos, tanto globales como nacionales, señalan la incertidumbre del crecimiento, la respuesta de los gobiernos al déficit y la inestabilidad de los mercados de capitales.
Preguntados por los cambios que se producirán en los mercados mundiales en el futuro próximo, la gran mayoría de los máximos directivos, también los españoles, afirman que la globalización de la economía y el flujo de capitales se seguirán acentuando y esperan una convergencia de los tipos impositivos entre los diferentes países.
Por su parte, las oportunidades de crecimiento para las empresas en los próximos doce meses vendrán, según los encuestados, del aumento de la cuota de negocio en los mercados, del desarrollo de nuevos productos y de nuevos mercados geográficos. Los españoles sitúan primero el desarrollo de nuevos productos.
Sobre los riesgos, la mayoría de los presidentes y consejeros delegados españoles (74%) señala el cambio en el comportamiento y en el gasto de los consumidores, el aumento de la carga impositiva (66%) y la incapacidad de financiar el crecimiento (64%). En cambio, a nivel mundial, los directivos apuntan al incremento de la carga impositiva (55%) y la dificultad para encontrar el talento que necesitan (53%).
Finalmente, los españoles señalan a Brasil (29%), China (26%) y Francia (17%) como los países que serán más importantes para sus negocios en los próximos doce meses, mientras que para los directivos China (30%), EE UU. (22%) y Brasil (15%) son los más destacados.