El desvío del déficit de 2012 superará al que motivó el ajuste de Rajoy
Los duros ajustes realizados, más los que se vislumbran a corto plazo, no servirán para que España cumpla sus compromisos presupuestarios. Según el FMI, el déficit público cerrará 2012 en el 6,8%, 2,4 puntos por encima de lo previsto, con lo que el desvío superará al del año pasado.
Nada más llegar al Gobierno, el Partido Popular desveló un desajuste de dos puntos en el déficit previsto por el Ejecutivo socialista, de modo que 2011 se cerraría en el entorno del 8% y no en el 6%. Eso justificó, según el presidente Rajoy, una "no deseada" pero histórica subida del IRPF de hasta siete puntos porcentuales, unida a un recorte de gasto adicional de 9.000 millones de euros. Pues bien: según el FMI, el desvío de déficit de 2012 será todavía superior al del año pasado, alcanzando los 2,4 puntos (de 4,4% comprometido, al 6,8% previsto por el Fondo).
Como en una pescadilla que se muerde la cola, el control de gasto hará retroceder 1,7 puntos el PIB (según el Fondo), lo que a su vez empeorará las cuentas públicas y hará imposible alcanzar el 4,4% de déficit este año. La previsión para 2013 es aún más alarmante: en el año de la teórica vuelta al 3% que marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, España aún penará con un 6,3% de déficit.
No será, en todo caso, porque los Gobiernos no hayan dicho amén a las reclamaciones del núcleo duro de la zona euro. Ya el Ejecutivo anterior, liderado por José Luis Rodríguez Zapatero, optó por su inmolación política al anunciar en mayo de 2010 un ajuste que incluía recorte salarial a los funcionarios y congelación de las pensiones. Sus sucesores en Moncloa han apostado también por la vía de la consolidación a cualquier precio, pero el FMI advierte de que la estrategia no dará resultado.
Relajar el objetivo de déficit
En los últimos días, el Gobierno popular ha lanzado varios globos sonda tendentes a convencer a Bruselas de que relaje el objetivo del 4,4% fijado para este año. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dejó caer en una entrevista con Financial Times Deutschland que España podría no cumplir el umbral, aunque la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría le desmintió pocas horas después. Pero el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, no descartó ayer que Bruselas otorgase una prórroga hasta 2014 para bajar al 3%.
El FMI ha apoyado hoy los deseos cada vez menos ocultos de Moncloa, al considerar que existe margen para aumentar el objetivo de déficit para España en 2012 a consecuencia de las peores expectativas de crecimiento. "Nosotros creemos que hay cabida para poder dar lugar al aumento del déficit procedente de un crecimiento más lento, pero no para aquel que viene del incumplimiento anterior; habría que instrumentar medidas para compensar el deterioro que sale de 2011, pero tolerar cierto cambio en el objetivo para 2012 como resultado de ese crecimiento más lento", ha explicado Carlo Cottarelli, director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI.
Un ajuste que estrangula el crecimiento
Olivier Blanchard, consejero económico del FMI, ha sido meridianamente claro al hablar de la política de consolidación que está estrangulando las principales economías de la zona euro: en la presentación del informe, ha afirmado que la reducción del déficit fiscal "es un maratón y no un sprint".
La alegoría deportiva habla a las claras de que el establecimiento de vencimientos inamovibles, como los que marcan los programas de estabilidad europeos para recortar el déficit al 3% del PIB en 2013, resulta contraproducente porque cercena cualquier avance de ingresos vía crecimiento y acrece los gastos por desempleo. El propio fondo así lo concluye, señalando que España, después de dos ajustes de caballo en poco más de un año, duplicará de largo el citado 3% (6,3%, según la última previsión).
Empeoramiento del panorama global
La situación económica global se deteriora a marchas forzadas. Según informe del FMI, el PIB global crecerá este año un 1,25%, 0,75 puntos menos que lo previsto en septiembre. El FMI centra esta revisión a la baja en el mal comportamiento de la zona euro, que sufrirá una "moderada recesión" este año.Las causas son bien conocidas: deterioro del riesgo soberano, impacto del desapalancamiento bancario sobre la economía real, e impacto de la consolidación fiscal adicional anunciada por los Gobiernos. Según el FMI, la zona euro retrocederá un 0,5%, lastrada por la severa recesión en España (-1,7%) y, sobre todo, Italia (-2,2%), dos países víctimas del ajuste y cuyo PIB no volverá a crecer hasta dentro de dos años: en 2013 las caídas serían del 0,3%, en España, y del 0,6%, en el país transalpino; en ese ejercicio, la zona euro apenas sacará la cabeza del agujero para crecer un 0,8%.Sin gozar de cifras boyantes, Estados Unidos sale bastante mejor parado de la revisión del FMI. Este año se cerrará con un avance del 1,8%, para acelerar hasta el 2,2% en 2013. Pero, al margen del euro, incluso los motores de los países emergentes empiezan a flaquear, achacando el débil entorno global y la atenuación de la demanda interna.M. E. P.