_
_
_
_
Nuevo mapa bancario

La reconversión bancaria gira alrededor de Bankia

El grupo que lidera Rato debe lograr su sitio para que triunfe el proceso

La reestructuración financiera es un gran arco de medio punto. Una a una, las dovelas forman el semicírculo. Cada entidad encuentra su sitio. Pero la estructura solo se sostendrá si la clave está bien asentada y, en el caso de la reordenación bancaria, ese puesto destacado corresponde a Bankia. No en vano, el grupo que preside Rodrigo Rato es la viva expresión de todo lo que se ha avanzado y de todo lo que queda por hacer en esta reconversión.

La sociedad es fruto de la fusión de siete cajas de ahorros. A su favor, su diversificación geográfica. Logró sumar siete firmas de distintas regiones y abarcar el suficiente volumen de activos para mirar cara a cara a La Caixa, su gran rival en el seno de la CECA.

Entre los logros del grupo también se encuentra su salida a Bolsa, culminada el pasado julio. Junto a Banca Cívica y CaixaBank, Bankia demostró que es posible atraer a inversores institucionales y situar el negocio de las hasta entonces exóticas cajas españolas ante el escrutinio de los mercados. Rodrigo Rato volvió a esbozar una sonrisa.

El mercado especula con una fusión con La Caixa, pero Fainé ha enfriado los ánimos

Pero aunque los logros han sido palpables, todavía queda mucha montaña por subir. Los negocios provenientes de Caja Madrid y Bancaja, pilares de Bankia, adolecen del mismo problema: una excesiva exposición al sector inmobiliario. Y aunque la matriz del grupo (Banco Financiero y de Ahorros, BFA) decidió jugar el papel de madrastra y acumular los activos más problemáticos (el suelo), el problema sigue ahí.

Banesto Bolsa cifra en 15.000 millones de euros la suma de préstamos dudosos, créditos subestándar, e inmuebles adjudicados en el balance de Bankia. Su ratio de mora rebasa el 7% y es la más elevada de las entidades sistémicas españolas.

Entre tanto, las pruebas se amontonan. El pasado diciembre, la Autoridad Bancaria Europea (ABE) exigió a BFA reforzar su capital en 1.329 millones de euros con el fin de alcanzar una ratio de solvencia del 9%. El grupo comunicó el pasado jueves que ya ha presentado al Banco de España su plan de recapitalización y que espera lograr una ratio del 9,8% el próximo julio, lo que pasa por la venta de activos.

A su vez, el Gobierno quiere acometer un saneamiento acelerado del balance para revivir el crédito e impulsar la economía. La factura: 50.000 millones para el conjunto del sistema. Una parte elevada corresponderá a Bankia-BFA.

Y esto preocupa. ¿Cómo puede el grupo sanear su tremendo balance? Una opción es contar con el apoyo del Estado a través de un "banco malo" público. Pero tanto sus rivales como el Gobierno lo rechazan porque perjudicaría a la prima de riesgo de la deuda soberana. La otra solución es acudir a una nueva fusión. El propio consejero delegado, Francisco Verdú, reconocía el pasado viernes que "los requerimientos de provisiones y capital pueden provocar movimientos corporativos importantes".

Pero son muy pocos los que podrían sostener una tambaleante Bankia. El mercado especula con una posible fusión con CaixaBank. Sin embargo, Isidro Fainé trató esta semana de acallar los rumores. "No hay ninguna negociación con Bankia ni ningún equipo de trabajo", sentenció el presidente del grupo catalán. Y si La Caixa no colabora, ¿qué alternativas le quedan a Bankia?

Más información

Archivado En

_
_