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Muy confidencial

El problema de la vivienda se llama "stock invisible"

Cada vez son más las voces que reclaman a los nuevos responsables de Vivienda y Fomento un estudio exhaustivo sobre a cuánto asciende el stock, dónde está y a qué precio. El anterior Gobierno se limitó a realizar la cuenta la vieja, es decir, a las viviendas terminadas restarle las vendidas y esa operación le dio como resultado poco más de 687.000 casas nuevas que a diciembre de 2010 no habían encontrado dueño ni inquilino. Pero nada se sabe de su tipología, del precio al que se ofertan y de su localización (si bien es cierto que el estudio del Ministerio de Fomento publicó datos por comunidades autónomas y provincias).

A la espera de ver qué hace el nuevo Ejecutivo en esta materia, empresas privadas, y sobre todo entidades financieras, han comenzado a encargar estudios para conocer al detalle cómo es ese excedente. El ejemplo más claro lo constituye la ciudad de Mérida. Sociedad de Tasación, una de las tasadoras líderes del sector, ha efectuado un censo real del stock de vivienda nueva en venta de esta población que cifra en 270 casas. Hasta aquí todo normal. Lo peor es el "stock invisible" detectado. Y es que además de esas 270 viviendas edificadas, Mérida tiene en la actualidad suelo finalista, o lo que es lo mismo, listo para construir, equivalente a más de 5.000 viviendas, lo que daría respuesta al crecimiento demográfico de los próximos...20 años.

Son por tanto suelos sobre los que se ha realizado una inversión (tanto por parte de empresas privadas como de entes públicos) que difícilmente se podrá rentabilizar con la situación actual. Esto explica que sean los bancos quienes más estén encargando esta clase de estudios a tasadoras como la citada, son los grandes tenedores de ese peligroso "stock invisible" y necesitan saber cuánto vale y qué posibilidades de venta tiene. Sin esa información y una solución para darles salida, la concesión del crédito está aún muy lejana.

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