Rajoy empieza a tener aliados
El Gobierno logró arrancar ayer el apoyo parlamentario de los nacionalistas catalanes de Convergència i Unió (CiU) a su primer gran recorte de gasto público y la fuerte subida del impuesto sobre la renta y el IBI. Los aliados que esperaba en el debate de investidura aparecieron ayer en el pleno de convalidación del primer gran paquete económico de Rajoy. Comienza así a vislumbrarse la que en buena lógica debe ser una mayoría parlamentaria que podría consolidarse para toda la legislatura, puesto que ambos grupos defienden políticas económicas, las que ahora de verdad importan, similares y compatibles. Además, CiU es el mejor aliado mediático del Gobierno en estos momentos para defender su política de austeridad, puesto que el desequilibrio fiscal en Cataluña tiene una dimensión muy abultada, y la determinación de Artur Mas para atajarlo parece fuera de toda duda los últimos meses.
En todo caso, el paso al frente de CiU tiene segundas intenciones encubiertas. Pretende llevar al Gobierno a una negociación para cerrar un pacto fiscal para Cataluña con más suficiencia de recursos y, previamente, quiere inocular en la población tal necesidad con el ejemplo recurrente de los recortes de gasto. No parece, en todo caso, compatible con tal demanda la situación crítica de las finanzas públicas españolas.