Guindos acelera las fusiones con la nueva exigencia de provisiones
La decisión del ministro de Economía de descartar la creación de un banco malo, en favor de la exigencia adicional de unos 50.000 millones en provisiones, coincide con la postura defendida por la gran banca española. El esfuerzo extra para el sector, en vías de recapitalización, pone contra las cuerdas a las entidades menores y a Bankia, lo que acelerará el proceso de fusiones.
Los deberes para la banca, como sus problemas, no terminan. Tras concluir el proceso de transformación de las cajas de ahorros, en su mayoría ya bancos, elevar la cobertura de sus activos tóxicos y afrontar el proceso de recapitalización que reclama Europa, la reforma del sistema financiero que planea el nuevo Gobierno del PP comienza a dibujarse. Y no será barata. Según adelantó el ministro de Economía, Luis de Guindos, tendrá un coste adicional de 50.000 millones, que deberán asumir las entidades. Un plato que no es del gusto de ninguna, pero que sabe peor a las firmas pequeñas y medianas, muchas de las cuales serán incapaces de asumir la factura por su cuenta, que a los grandes bancos, que creen que podrán aguantar el tipo y llevarse alguna entidad a precio de saldo por el camino.
El rechazo frontal planteado por De Guindos a la posibilidad de crear un banco malo, un ente que absorba los activos tóxicos acumulados por las entidades en sus balances, coincide con la postura defendida por Banco Santander, BBVA, La Caixa o Popular. Las firmas, sin embargo, reaccionaron ayer con cautela, conscientes de que las declaraciones de De Guindos, hechas un día antes al diario Financial Times, tienen mucho de aviso a navegantes y poco de concreción. Aunque el cálculo les cuadra, falta por ver cuánto le toca a cada uno. Basta, eso sí, para dar al traste con las esperanzas de Bankia, que apostaba por el banco malo como solución para dar una salida a su inmensa cartera de ladrillo. Los grupos menores tampoco lo tendrán fácil.
"Que nos hagan subir las coberturas en un momento en que se pide elevar el capital no es el mejor de los mundos, pero puede encaminar el proceso. Otra cosa es cómo afecte a las entidades menores", valoran desde uno de los grandes bancos. "Aquí los mayores vamos a ser los protagonistas, porque algunas entidades no tienen capacidad para asumir el coste, y eso va a acelerar las fusiones", asumen.
La reforma, que será detallada en las próximas semanas, debe haber concluido para mediados de 2012, según el Gobierno. De Guindos, no obstante, habló de la posibilidad de dividir en "varios años" el aumento de las dotaciones que han de hacer las entidades para cubrir las pérdidas de sus activos tóxicos, principalmente inmuebles y suelo. Hasta ahora, Banco de España obliga a provisionar un 30% del valor en libros de los solares transcurridos dos años desde su adjudicación. Fuentes del sector barajan que dicha cifra se elevará ahora hasta el 50%. Los analistas de Cheuvreux (del galo Crédit Agricole) hablan de un 58% para equipararlo al modelo irlandés.
El objetivo, aclaró ayer la vicepresidente del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, es doble: "saneamiento y reestructuración". "Aumentar las provisiones va a hacer que se ajusten los precios de la vivienda. Hasta ahora los bancos se resistían a vender por debajo de precio, pero si se les obliga a dotar un 30% más, a lo mejor prefieren asumir un 15% de pérdidas que pagar más provisiones", explica Ernesto Tarazona, director de residencial y suelo de la consultora inmobiliaria Knight Frank.
Por otro lado, como Economía busca que dicho coste lo asuman las entidades con sus beneficios, el proceso animará las fusiones. "Las provisiones suelen ir contra la cuenta de resultados y se pierden beneficios. Ahora bien, si se realizan operaciones corporativas, la normativa permite que esas provisiones vayan a balance: se detrae capital pero se gana dinero", explican fuentes del sector. Pese a todo, la fórmula no excluye al contribuyente de la ecuación, pues como ya ocurriera con la CAM, la colocación de las entidades intervenidas podría requerir garantías sufragadas con dinero público.
Las cifras
55.000 millones de euros. Es el coste de las provisiones adicionales que deberá hacer la banca española, según Economía, tomando los cálculos de Banco de España. El servicio de estudios de BBVA hablaba de más de 60.000, y los analistas financieros de KBW daban entre 34.000 y 66.000 millones.58% es el porcentaje al que según Cheuvreux debe provisionarse el suelo adjudicado, frente al 30% actual.
Calendario
La vicepresidenta del Gobierno aseguró ayer que el Ejecutivo tiene previsto elaborar un calendario sobre el proceso de saneamiento del sector financiero, aunque adelantó que la situación de las entidades no es igual en todos los casos.
Economía cuestiona los sueldos en las cajas rescatadas
El ministro de Economía, Luis de Guindos, remitirá una carta al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, la próxima semana exigiéndole que "explique, razone y justifique" la retribución fija y variable recibida por los directivos de las entidades financieras, a fin de conocer si las considera "adecuadas" dada la situación actual. La intención del Gobierno, explicó ayer la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, tras el Consejo de Ministros es la de evitar algunos de los abusos que se han producido. El Ejecutivo, aseguró, busca evitar que se premie "a aquellos gestores que han colocado a las entidades en la necesidad de recibir dinero público para continuar su actividad".En vista de la "inquietud y el rechazo social" que han producido en la ciudadanía los salarios o indemnizaciones millonarias percibidas por los directivos de firmas que han terminado siendo intervenidas o nacionalizadas, como Caja Mediterráneo o Novagalicia, Sáenz aseguró que "la voluntad del Ejecutivo es afrontar de forma directa" el problema e involucrar al supervisor en el control de los emolumentos percibidos. Luego, el Ejecutivo ya actuará en consecuencia.