Alerta máxima ante el recorte de créditos blandos a las autopistas
El sector de las infraestructuras no pudo terminar 2011 con peor noticia: el Gobierno reducirá en 400 millones los préstamos participativos a las concesionarias de autopistas en riesgo de quiebra. Estas esperaban ayuda por 600 millones en 2012 por lo que piden una explicación a Fomento.
Las operadoras de autopistas en España temen quedarse solas ante el peligro. Los préstamos participativos o créditos blandos con los que el anterior Gobierno compensaba la desviación en el coste de las expropiaciones (en las radiales), sobrecostes en las obras (en las autovías de primera generación) o la falta de tráfico generalizada, podrían quedar reducidos a la mínima expresión. Al menos esa es la sensación que inunda el sector tras conocerse el conjunto de medidas del Ejecutivo contra el déficit público.
El equipo de Mariano Rajoy ha incluido, sin más explicación, un recorte de 400 millones en préstamos participativos a las concesionarias. El tijeretazo supone dos tercios de la partida de 600 millones que, según fuentes solventes, tenían apalabrada las empresas y el anterior ministerio de Fomento para este año.
Entre las afectadas no se esperaba una decisión así y que Fomento, encabezado ahora por Ana Pastor, no lo ha discutido previamente con las compañías. Absolutamente sorprendidas, estas esperan que el Ministerio detalle cuanto antes cómo articulará el nuevo recorte y cuál es la partida definitiva que pondrá a su disposición en 2012 para mitigar la crisis de las autopistas.
Sin embargo, existe otra versión menos fatalista. Los hay que interpretan que, después de que el Gobierno haya prorrogado los presupuestos de 2011, lo que evita es prorrogar la partida de 400 millones que alimentaba créditos participativos dedicados a las autovías de primera generación. Posteriormente, en el proyecto de Presupuestos que se espera para marzo, debería aparecer una nueva inyección para salvar a las autopistas de la quiebra.
Incertidumbre
Tras un duro tira y afloja, los Presupuestos Generales de 2010 y de 2011 ya contemplaban los citados préstamos participativos. Para el presente ejercicio, tanto las empresas como sus patronales habían ejercido presión para que se alcanzaran los 600 millones de euros.
A falta de argumentos, ayer cundía entre las firmas afectadas, donde destacan Abertis, Ferrovial, ACS, Acciona, Sacyr o Globalvía, incertidumbre ante la medida y malestar con el nuevo equipo de Fomento. La merma en los créditos participativos, llamados a buscar la viabilidad de las concesionarias, se anuncia cuando Ferrovial y Sacyr, accionistas de la autopistas madrileña Radial 4, tratan de refinanciar un crédito de 553 millones que vence el 18 de enero. Además, la autopista Cartagena-Vera, en manos de Ploder y Globalvía, dice estar al borde de la quiebra, y Abertis tendrá que refinanciar este año la deuda de las Radiales 3 y 5.
Precisamente son las radiales de Madrid las que esperan el balón de oxígeno en el ejercicio que acaba de arrancar. Las concesionarias hacen ya sus cálculos y ante el escenario previsible de que el Gobierno meta la tijera en 2012 esperan una cascada de quiebras.
El reciente aterrizaje del Gobierno de Rajoy, y la habitual reticencia de las empresas de obra civil a valorar públicamente las actuaciones del Ejecutivo, motivó que las fuentes consultadas quieran reservar su identidad. Ya a puerta cerrada, se esperan tensos contactos entre empresas y Fomento.
Préstamos a dos días de las elecciones
Los últimos créditos participativos a concesionarias fueron aprobados dos días antes de las elecciones del 20-N. El Gobierno del PSOE autorizó la concesión de sendos préstamos a la Radial 2 (participada por Acciona, ACS, Abertis y Globalvía) y a las Radiales 3 y 5 (Abertis, ACS, Globalvía y Sacyr) en virtud de lo que marca la Ley 26/2009 de Presupuestos Generales del Estado para 2010. En su disposición adicional cuadragésima primera se apunta que el Estado, a petición de las concesionarias, podrá otorgar préstamos participativos "para financiar los sobrecostes de expropiaciones que superen el 175% de los previstos en la oferta".Esos sobrecostes derivan de los justiprecios de los terrenos que fueron marcados por los jurados provinciales de expropiación y en las sentencias de distintos tribunales, que tasaron el suelo, según versión de Fomento y de las empresas concesionarias, "muy por encima" de las estimaciones que sirvieron de base al contrato de concesión.La patronal de la construcción Seopan ha venido argumentando que la inversión en las cuatro autopistas radiales construidas en Madrid alcanzó los 3.604 millones, frente a una estimación inicial de 1.756 millones (incluida la circunvalación M-50). Solo en el caso de estas autopistas madrileñas, la partida dedicada a las expropiaciones subió de los 284 millones previstos por el Gobierno hasta los 1.914 millones.Los préstamos se articularon para afrontar la diferencia; se firman por el plazo de concesión (limitado en 65 años para las radiales), con periodo de carencia y bajos tipos de interés. Su devolución no grava a las compañías, ya que estas obtienen ingresos extraordinarios, equivalentes a la cantidad recibida, en forma de mayor plazo de explotación o subida tarifaria.
La cifra esperada
600 millones en préstamos participativos es lo que las concesionarias estaban reclamando a Fomento para 2012.