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Columna
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Cartera para paranoicos

Los tiempos difíciles refuerzan los activos tangibles. Imprimir dinero para generar crecimiento es una salida tentadora, pero socava el valor de los activos financieros y las sociedades que dependen de los medios de intercambio de dinero. Los altos pagos de intereses por deuda pública sin subidas de impuestos, la reducción de las prestaciones o el incremento del desempleo son pesadillas políticas. Y mientras que la presión social puede menoscabar el sistema financiero, su parálisis puede mandar a las sociedades a una nueva edad oscura. El oro, la comida enlatada y los cartuchos de escopeta pueden ser las apuestas más seguras en 2012. Los inversores temerosos pueden estar tentados de comprar bonos de aquellos Gobiernos capaces de aguantar lo peor, como Canadá, Suecia o Noruega. Pero si el sistema financiero mundial quiebra, ¿quién sabe si los activos son recuperables? Los controles de capital y otras regulaciones nacionalistas podrían mantener encerrados los ahorros dentro de los países extranjeros.

Los cigarrillos y los licores fuertes, como la demanda en una época de tinieblas, podrían convertirse rápidamente en nuevas monedas de cambio. Los inversores preocupados por la recesión y la degradación de la divisa tienden a seguir con commodities no dependientes del consumo. Los metales preciosos como el oro tienden a subir con la inflación tanto si es impulsada por auges o caídas. El oro se incrementó un 20% en el año tras la caída de Lehman, y a medida que los peligros aumentaron en 2011, ha vuelto a subir. El año que termina le da algo de atractivo al oro: pero los inversores que compran este metal en relación a futuros podrían refugiarse en vano. En una crisis extrema, cuando el sistema de pagos falla, tales garantías pueden resultar inútiles. La naturaleza concreta de la propiedad inmobiliaria podría resultar valiosa. En una nueva era oscura, la tierra cultivable será lo que se deba tener. Los diamantes son más fáciles de llegar. Pero si se llegara a eso los abrelatas podrían ser más apreciados. Puede también que tal vez deba usted alimentarse por sí mismo. Así que no se quede corto de cartuchos de escopeta.

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