El mercado prevé que más empresas del Ibex recorten el dividendo
Telefónica ha vuelto a poner el tema encima del tapete, pero los recortes vienen de lejos. El sector financiero fue uno de los primeros que puso los dividendos en cuarentena, allá por 2009, y las últimas exigencias de solvencia que llegan desde Bruselas presionan aún más.
En su informe de estrategia para el próximo año, Renta 4 advierte que en el sector financiero puede producirse una "variación en políticas retributivas con posibles recortes de dividendo temporal y más pagos en acciones". Casi todas las entidades han comunicado estrategias que, en última instancia, suponen una reducción de la remuneración a los accionistas.
Pero no solo el sector financiero está sufriendo las consecuencias de la crisis. Son muchas las empresas industriales que tienen el dividendo en el alero. Telefónica y FCC ya han mostrado sus cartas: la retribución en efectivo al accionista baja desde el próximo pago que está en cartera. ACS lo ha dejado más en el aire, pero ahí está también: propondrá a la próxima junta de accionistas la aprobación de fórmulas flexibles de retribución al accionista "que permitan efectuarla en dinero y/o en acciones". Todas las papeletas apuntan a que la constructora se ahorrará parte del desembolso al incluir títulos en la remuneración a sus inversores.
Parte del dividendo de Endesa está también en la cuerda floja. Aún no hay una posición oficial, pero en el último consejo no se aprobó el tradicional dividendo a cuenta que siempre se reparte en enero. Queda por ver qué pasará con el dividendo complementario, el segundo que también abona todos los ejercicios, pero el recorte en el cómputo anual se da por hecho. La decisión final se tomará en febrero.
El dividendo del resto de las compañías del Ibex vive en el terreno de la incertidumbre.
Dividendo en especie
El 'scrip dividend' disminuye la salida de caja, puesto que el dividendo clásico se sustituye por una ampliación de capital liberada sin coste para las entidades. Los accionistas reciben un derecho por cada título y el banco se compromete a comprárselo a un precio determinado.