_
_
_
_
_
Reino Unido se niega a colaborar con el objetivo marcado de 200.000 millones de euros

La UE no logra pactar la financiación de los rescates a través del FMI

La Unión Europea incumplió ayer su objetivo de aportar 200.000 millones de euros al FMI para las operaciones de rescate. Reino Unido y otros cinco países se negaron a colaborar, por lo que, de momento, solo se cuenta con los 150.000 millones prometidos por la zona euro más la aportación de cuatro socios comunitarios que mantienen su propia divisa.

La UE no logra pactar la financiación de los rescates a través del FMI
La UE no logra pactar la financiación de los rescates a través del FMIREUTERS

La Unión Europea volvió ayer a demostrar su incomparable capacidad para incumplir calendarios y objetivos solo unos días después haberlos pactado. La Unión se propuso el pasado 9 de diciembre aumentar su aportación al FMI en 200.000 millones de euros (150.000 millones procedentes de la zona euro y el resto de los 10 países europeos que mantienen su propia divisa) para canalizar a través de ese organismo multilateral las operaciones de rescate en el Viejo Continente.

La rocambolesca operación, según el pacto alcanzado en la cumbre europea del día 9, debía concretarse en un plazo de 10 días que expiraba ayer. Pero tras una teleconferencia de más de tres horas entre los 27 ministros de Economía de la UE quedó de nuevo en evidencia la capacidad de cumplir lo pactado.

Ayer, además, emergieron las primeras dificultades para adelantar un año, como se pactó en la misma cumbre, la entrada en vigor del fondo de rescate permanente de la zona euro (prevista inicialmente para junio 2013).

La zona euro esperaba que el resto de la UE aportase 50.000 millones de euros

La cifra de 200.000 millones de euros parece imposible de alcanzar porque varios de los países de la UE no están dispuestos a colaborar. Al menos Reino Unido y Bulgaria indicaron ayer que no aumentarán su participación en el FMI.

Londres, que el pasado 9 de diciembre también se desmarcó del acuerdo de la UE sobre endurecimiento de la disciplina fiscal, considera que la zona euro debe resolver por sí misma sus problemas de liquidez y solvencia, dotándose de un fondo de rescate suficientemente poderoso.

Bulgaria, por su parte, atribuyó su negativa a participar al descontento con las políticas dictadas por el FMI y su impacto, negativo según Sofía, en países como Grecia.

El presidente del Eurogrupo, el ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, aseguró en una declaración por escrito que la parte de la zona euro, 150.000 millones de euros, está garantizada. E indicó que cuatro países de fuera de la Unión Monetaria (Polonia, Suecia, República Checa y Dinamarca) aumentarán también su aportación, aunque ayer no se conocía la suma exacta. Parece improbable, no obstante, que alcancen los 50.000 millones de euros previstos, lo que puede frustrar el recurso al FMI, solo unas semanas después de haber comprobado la imposibilidad de apalancar el fondo de rescate de la zona euro hasta el billón de euros como se pactó en la cumbre europea de octubre.

Ni siquiera los 150.000 millones de la zona euro parecen garantizados, porque el reparto entre los socios no se ha fijado (a España le corresponderían unos 15.000 millones) y no cabe descartar nuevas reticencias desde Berlín. Alemania indicó la semana pasada que su aportación (unos 45.000 millones de euros) estaba supeditada a la colaboración de otros socios internacionales del FMI (en particular, EE UU, Japón o los países emergentes). Hasta ahora, ninguno de esos países ha concretado su disponibilidad, más allá de la vaga promesa expresada por el presidente ruso, Vladimir Medvedev, durante su visita a Bruselas la pasada semana, en la que aventuró la posibilidad de aportar 20.000 millones de euros a través del FMI.

El propio ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, advirtió ayer de las dificultades que plantea la colaboración de EE UU en una entrevista concedida a una emisora de radio de su país, que "Washington no puede hacer préstamos bilaterales al FMI sin la aprobación del Congreso... y no parece que exista esa posibilidad, como siempre ha reconocido el Gobierno estadounidense".

Draghi prevé más presión en la deuda

El presidente del BCE dibujó ayer un escenario poco alentador en su discurso que pronunció ante el Parlamento Europeo, en el que auguró más presión sobre la deuda soberana de la zona euro. Será "muy significativa" e incluso de mayor intensidad de lo visto hasta el momento a causa del apretado calendario de vencimientos que se avecina, en especial en el primer trimestre del año, con 250.000 millones de euros en deuda pública y otros 250.000 millones en deuda bancaria en ese periodo.Draghi reconoció que existe una "elevada incertidumbre" alrededor de la zona euro, aunque no se salió del guion habitual sobre cuáles deben ser las atribuciones del BCE. En este sentido, reiteró que sus normas impiden a la institución actuar como prestamista de los gobiernos, con lo que enfrió una vez más la expectativa de que pueda actuar como prestamista de último recurso. La pasada semana, el BCE apenas compró deuda soberana por 3.360 millones de euros, si bien la cifra quintuplicó la de la semana precedente.Aun así, el presidente del BCE apuntó la necesidad de "acelerar" la puesta en marcha del fondo de rescate permanente, el denominado mecanismo europeo de estabilidad (MEDE) y su recapitalización, en previsión de que Francia pueda perder su calificación financiera de triple A. Y pese a sus advertencias sobre los riesgos que pesan sobre Europa, Draghi también destacó el "carácter irreversible del euro y su fortaleza".Por otro lado, la UE aprobó ayer el nombramiento del francés Benoît Coeuré como nuevo miembro del Comité Ejecutivo del BCE en sustitución del italiano Lorenzo Bini Smaghi.

Archivado En

_
_