Sacyr convence a la mayoría de sus bancos para continuar en Repsol
La cúpula de Sacyr, sus acreedores por el crédito de Repsol y toda una corte de intermediarios (Lazard, Mediobanca, Rothschild, Clifford Chance, Garrigues, etcétera) trabajaban a última hora de ayer en busca de un acuerdo que permita al grupo constructor mantenerse en la petrolera, donde es primer accionista con el 20%.
Fuentes cercanas a los contactos aseguran que la práctica mayoría (un 80%) de las más de 30 entidades del sindicato apoyan a Sacyr, pero con reservas. A un día del vencimiento del préstamo que sustenta la participación, cuyo saldo vivo es de 4.900 millones, Sacyr tendría casi en la mano un aplazamiento por tres años, más 12 meses de prórroga. Pero se mantiene la exigencia de que aligere peso en la petrolera.
La constructora está en posición de vender en torno a un 8%, operación que ha negociado con la petrolera china Sinopec, la rusa Lukoil, la india Essar y un fondo soberano de Catar. El grupo que preside Manuel Manrique trata de recaudar unos 2.500 millones, prima incluida, con el fin de amortizar algo más de la mitad del crédito. De forma paralela ha intentado una jugada a varias bandas en la que involucraría a Repsol con la compra de un paquete de acciones propias cercano al 2%.
Todo ello se trató en un consejo reunido por Repsol en la tarde del domingo. Allí se expusieron las distintas bazas que está jugando su primer accionista y cómo pueden afectar a la compañía que preside Antonio Brufau. Ante cualquier contingencia y a la espera de noticias definitivas de Sacyr, Repsol tiene ya diseñados varios planes de actuación.
Oxígeno por tres años
Sacyr pide a sus bancos aplazar tres años, más uno de prórroga, el vencimiento de 2.400 millones a cambio de cuatro garantías: las acciones de Repsol y las filiales Testa, Vallehermoso y Valoriza. Los intereses (euríbor más 3,5%) se pagan con los dividendos de la petrolera.