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Que hacemos con el sector inmobiliario
Tribuna
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Una alternativa societaria al 'banco malo'

Cinco días inicia hoy la publicación, los martes, de una serie de tribunas de opinión firmadas por representantes de la empresa, la política, la universidad, las finanzas y la consultoría. Tratarán de aportar soluciones a la crisis del sector inmobiliario español

El 17 de octubre de 2007 manifesté en CincoDías que la solución a la crisis del sector inmobiliario debía plantearse como una cuestión de Estado. Paradójicamente, mis declaraciones se producían al mismo tiempo que el señor Rodríguez Zapatero reclamaba a la banca que facilitara a las inmobiliarias el acceso a los créditos. Esta era la situación antes de que el Gobierno negara la crisis.

El Gobierno no tomó las medidas adecuadas y los analistas siguen identificando muestra crisis económica con la falta de soluciones a la crisis inmobiliaria-financiera. Necesitamos soluciones drásticas, inteligentes y reales que resuelvan esta crisis. Las entidades financieras (EF) son ya las principales inmobiliarias de España. Pese a haber provisionado parte de su cartera inmobiliaria, puede que resulte aún insuficiente. Para algunos, la política del Banco de España se limita a esperar que se capitalicen las EF para hacer frente después al agujero inmobiliario, pero esta situación ya no da para mucho más.

Las soluciones de crisis anteriores no valen para resolver la actual encrucijada provocada por el tsunami de deuda con el que nos han sorprendido y la posterior retirada del crédito al país.

Entiendo necesario la creación de una magna mercantil de capital privado que mediante la aportación de activos absorbiera y liberara de dicho excedente a las empresas que actualmente lo poseen.

El primer objetivo de esta sociedad sería la regulación de activos para su comercialización ordenada mediante la demanda natural del mercado, evitando ofertas anárquicas y actuando como un almacén regulador del sector, para evitar la depreciación o desplome innecesarios del valor de los activos.

El segundo objetivo es la creación de subsectores homogéneos, de activos inmobiliarios para racionalizar su salida al mercado, en base a gestión empresarial especializada.

El tercer objetivo es aumentar la liquidez de las EF por medio de la cancelación de pasivos financieros procedentes de las aportaciones realizadas por el sector inmobiliario a esta magna sociedad y mediante la venta de parte de los propios activos inmobiliarios a esta misma mercantil, que se abonarían a las EF a través de una ampliación de capital. Existiría la posibilidad de que la mercantil cotizara en Bolsa permitiendo obtener liquidez.

Lo anterior queda reflejado en el esquema gráfico del supuesto aquí indicado, que se explica de la siguiente forma:

l Se crearía una mercantil A, mediante las aportaciones de activos inmobiliarios de EF con el fin de alcanzar acuerdos que permitan una sola unidad de criterio.

l De forma simultánea, se crearía la mercantil B con activos y pasivos aportados por sociedades inmobiliarias de capital privado con el mismo fin de alcanzar acuerdos en una sola unidad de criterio.

l Conseguido lo anterior, se procedería a una fusión en la gran mercantil receptora C de todos los activos y pasivos de ambas

l La mercantil A tendría la peculiaridad de que solo una parte de sus activos se aportarían a la gran mercantil C, mientras que otra parte sería vendida a la misma con el fin de dar liquidez a las EF. Para ello se aprobaría una ampliación de capital con objeto de comprar activos a la sociedad A, e integrarlos en la sociedad C, y cancelar pasivos procedentes de la sociedad B, de forma que esta sociedad C careciera de cualquier tipo de pasivo.

l A continuación, se agruparían los activos de la mercantil C por subsectores especializados en suelos, inmuebles terminados terciarios, viviendas e inmuebles residenciales, sociedades participadas, sociedades de alquiler de inmuebles, promotoras inmobiliarias de VPO, etcétera.

l Se seleccionaría, del subsector de suelos, solares para la posible promoción en los próximos cinco años de 250.000 viviendas protegidas, 50.000 viviendas año, que serviría de motor económico del sector y motivación de otras iniciativas.

Considero que el Gobierno tiene otras prioridades y no es su función la de monopolizar, administrar, dirigir ni comprar activos inmobiliarios mediante la creación de un banco malo, para dar soluciones a los acreedores de una deuda que es privada. De otro modo, los contribuyentes aparecerían como garantía de cualquier otro tsunami financiero de deuda privada futura que nos quisieran endosar los mercados exteriores, lo cual supondría la ruina periódica del país.

Por otra parte, con la creación de un banco malo solo se podría solucionar parte de los activos inmobiliarios del sistema financiero, pero ¿qué pasaría con los créditos dudosos que están todavía en manos del sector privado inmobiliario no financiero?, ¿por qué para unos sí y para otros no?

Lo que sí debe hacer el sector público es ayudar participando de forma minoritaria con capital y credibilidad en la gran mercantil C, apoyando de forma razonable a los dos sectores empresariales tan importantes para la reactivación económica de España y el empleo como son el financiero y el inmobiliario.

No cabe esperar resultados solo de una política de bajada de precios y salarios, con aumento de deuda pública y subida de los impuestos, con la consiguiente contracción de la actividad económica y bajada del nivel de vida de los españoles.

Se requiere una política de estímulo, confianza y apoyo a las empresas privadas, que son las únicas que nos pueden sacar de la crisis, mediante el empleo y el crecimiento económico.

Antonio Martín. Vicepresidente de Martinsa-Fadesa

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