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Rosell pide cambiar las bonificaciones al empleo por una rebaja generalizada de cuotas

Los sindicatos están dispuestos a aliviar el coste del despido a las empresas

Los líderes sindicales se mostraron ayer dispuestos a buscar mecanismos para aliviar a las empresas los costes de las indemnizaciones por despido, sin que el trabajador cobre menos. El líder de UGT propuso que esto se financie con parte de los 3.000 millones de ayudas a la contratación. Precisamente, el presidente de CEOE, Juan Rosell rechazó ayer estas ayudas al empleo.

Patronal y sindicatos trabajan estos días en ir cerrando miniacuerdos en los asuntos donde menos diferencias les separan. Es el caso de la creación de un nuevo sistema de resolución extrajudicial de conflictos o en una reordenación de las Mutuas de Accidentes de Trabajo y su control del absentismo, donde ya había un preacuerdo en 2010, que el Gobierno no incluyó en su reforma laboral.

Pero más allá de estos dos temas y, sobre todo, a la hora de hablar de contratación y de salarios las posturas entre patronal y sindicatos están aún distantes. Sin embargo, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, lanzó ayer una propuesta en declaraciones a RNE que podría servir para aunar puentes con los empresarios. Se trataría de destinar parte de los 3.000 millones anuales que se dedican a bonificaciones a la contratación a "aliviar" los costes de los empresarios por las indemnizaciones por despido.

Según el líder de UGT, "los empresarios no quieren estas subvenciones para contratar", de ahí su propuesta de destinar parte de esta partida presupuestaria a costear parte de las indemnizaciones por despido.

Méndez plantea pagar despidos con las ayudas al empleo

Méndez enmarcó esta propuesta dentro de la implantación del conocido como sistema austriaco de protección por desempleo, que consiste en que la empresa cotiza para crear un fondo individual de cada trabajador que, cuando es despedido, lo recibe a modo de indemnización y prestación por desempleo. También lo puede utilizar para formación o en el momento de jubilarse.

Horas después de esta sugerencia, el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, coincidió con Méndez en que el objetivo de la reforma debería ser lograr un reducción del impacto directo del coste del despido para las empresas que se vean obligadas a reducir plantillas. Asimismo, defendió esta propuesta dentro del modelo austriaco. Pero hasta ahí las coincidencias, ya que abogó por buscar mecanismos para aliviar este coste empresarial pero no los precisó.

Es más, consideró inviable la financiación de este modelo con las bonificaciones al empleo, tal y como propuso Méndez, debido a que estas ayudas ya están comprometidas para los próximos cuatro años (la mayoría de estas bonificaciones tienen esta duración). En cualquier caso, Toxo explicó que los costes de transición a un modelo austriaco serían demasiado elevados (equivalente a aumentar dos puntos las cotizaciones) por lo que habría que buscar "puentes" para su financiación. Otra opción sería la creación de este fondo a modo de indemnización pero conviviendo con el actual modelo de prestación por desempleo. Ahora el Fogasa ya costea parte de algunas indemnizaciones si bien este fondo se nutre de una cuota patronal, lo que supone un concepto muy diferente al de las bonificaciones que se financian con impuestos.

Ni oír hablar de miniempleos

El líder patronal tuvo también ayer su cuota de intervención pública en la Cadena SER donde confirmó lo dicho por Méndez al asegurar que a los empresarios "no les gustan" los 3.000 millones de bonificaciones al empleo que, en su opinión, "podrían quitarse mañana por la mañana". Pero a cambio no pidió lo ofertado por Méndez sino una rebaja generalizada de cuotas. Asimismo defendió los miniempleos para jóvenes con salarios de 400 euros, recomendados a España por el BCE. La respuesta tajante de Toxo a esto último no se hizo esperar: "si la patronal empieza a hablar de miniempleos, vamos dados en cualquier negociación al respecto".

Hay que competir por precios pero no con China

La prórroga del acuerdo salarial es otra de las cuestiones que patronal y sindicatos quieren ofrecer al Gobierno como parte de un gran pacto social. Los sindicatos están dispuestos a mantener los salarios muy moderados, pero exigen a cambio un control de los precios de los alimentos y artículos básicos de consumo, según aseguró ayer el líder de UGT, Cándido Méndez.Desde CC OO se comparte esta moderación salarial a cambio de controlar los precios. De hecho, el responsable del gabinete económico de CC OO, Miguel Ángel García, explicó ayer la importancia de esto último para que España "no renuncie a competir mediante precios, pero no con China, sino con los países de su entorno".Este pacto salarial quizás compensara las negras perspectivas que ayer se materializaron en una encuesta de Manpower Group a directivos que prevén una destrucción neta de empleo del 6% en el primer trimestre de 2012.

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