Después del gin, llega el ron
Se impone como bebida 'premium', solo en copa de tulipa o de balón
La moda del gin-tonic sigue vigente, aunque su consumo ya está masificado. Es la hora del ron. Una bebida premium equiparable, en precio y en elegancia, al whisky. Por supuesto, ha de beberse solo (esto quiere decir sin refrescos añadidos ni hielo) y en copa de tulipa, que es como los entendidos aprecian más los aromas y las notas, o de balón.
Así se debe tomar, por ejemplo, el ron Santa Teresa Bicentenario A. J. Vollmer. Se trata de una colección exclusiva que se lanzó al mercado en 1986, una década antes del bicentenario de la Hacienda de Santa Teresa, cuna del ron de Venezuela. Tiene una producción limitada, ya que solo se obtienen 1.200 litros al año. Todas las botellas van numeradas y son firmadas por Alberto J. Vollmer, fundador de la compañía. De color caoba, tiene un sabor meloso, afrutado y cuerpo robusto.
La marca dominicana Barceló ha lanzado, con motivo del 30 aniversario de la primera botella de Imperial, Barceló Imperial Premium Blend, rico en matices, elegante y de carácter suave y uniforme. No son los únicos que con la llegada del invierno imponen sus propuestas. Virgin Gorda acaba de traer a España su ron procedente del Caribe británico. De Panamá llega el ron Abuelo, en versión añejo (envejecido cinco años) de siete y de 12 años.