"Congelaremos nuestro nivel de inversiones en Europa"
El control del gasto público en Europa hace que GE busque en otros mercados, como los asiáticos e incluso EE UU, las ventas de equipos para hospitales que hagan cuadrar sus números.
Aunque parezca una exageración, el encuentro anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA, por sus siglas en inglés), reúne cada año a alrededor de 60.000 participantes en Chicago (EE UU), que acuden de todas partes del mundo. En la edición de este año, que acaba de concluir, no ha sido menos. Detrás del evento está la gran industria de tecnología sanitaria, con equipos de diagnóstico de imagen como las resonancias, mamografías, ultrasonidos o medicina nuclear. Al congreso acudió John Dineen, presidente y consejero delegado de GE Healthcare -división de General Electric que facturó el pasado año 16.897 millones de dólares (12.500 millones de euros)-. Este ejecutivo estadounidense, un ingeniero en telecomunicaciones que se incorporó a GE en 1986 y que dirige esta unidad de negocio desde 2008, atendió conjuntamente a los medios europeos y asiáticos.
¿Cómo está afectando a su compañía el control del gasto en Europa, donde las inversiones sanitarias dependen en gran medida del sector público?
El gasto en Europa en inversiones sanitarias ha bajado un 8% en la actualidad. Es un gran recorte. Más aún en países del sur como España e Italia. Y, obviamente, el gasto es un poco más sólido en la región del norte, tanto en Alemania como en Francia. La venta de la industria en esta zona, no solo los números de GE, se ha reducido entre un 8% y un 9%. La mayor parte del gasto es público, financiado por los gobiernos, así que vamos a ver algunos problemas reales. Al mismo tiempo, la salud es muy importante en esos países y los niveles de calidad son cruciales políticamente. La población presta mucha atención a los tiempos de espera, al acceso de los pacientes a los servicios médicos para hacerse una resonancia o un TAC. Si los tiempos de espera se alargan, habrá más presión política para seguir invirtiendo. Así que, como usted ve, por un lado hay un desafío económico, pero por otro, existe un desafío real de los servicios relacionados con la salud.
¿Afectará a la calidad asistencial la falta de inversiones?
Sí, ya que los gobiernos frenan las inversiones, creo que vamos a ver colas de espera más largas.
¿Y cómo afectará a sus cuentas?
Tratamos de reducir el costo de nuestro negocio en Europa. Pero más específicamente, vamos a pasar a otras partes del mundo y pensamos que podemos crecer en EE UU. También hemos visto enormes posibilidades en los mercados en desarrollo de todo el mundo. El crecimiento en los países emergentes ayudará.
¿En qué países ven más negocio?
Vemos enormes oportunidades en India, China, Rusia, América del Sur y Oriente Próximo. Allí se dan incrementos muy fuertes. En general, todos los mercados en desarrollo se comportan de una forma bastante sólida. En cuanto al tamaño de los negocios, China es el más grande. También India se ha convertido en un negocio muy importante para nosotros. Para estos mercados, hay que diseñar el producto adecuado, porque no todos los hospitales o centros de diagnóstico pueden permitirse la más cara o la más alta tecnología, por lo que es importante que desarrollemos otras que se ajusten mejor al nivel económico y clínico local.
¿Invertir en estos países supone un cambio de estrategia de GE?
Creo que sí representan un mayor énfasis, pero no un cambio estratégico. Solo es un mayor énfasis. En Europa, es verdad que estamos teniendo cuidado en controlar nuestros gastos o de realizar inversiones adicionales.
¿Tienen algún plan de reestructuración?
No. Solamente congelaremos los niveles de inversión en Europa. Pero no contamos con planes de reestructurar actividades.
¿Cómo ve el mercado español?
Muy difícil. El mercado de la salud es mayormente público, financiado con fondos públicos, y este gasto se ha reducido al mínimo.
¿Qué tipo de soluciones se pueden acordar con los hospitales públicos que tienen dificultades para acometer los pagos?
Creo que en algún momento los hospitales tienen que seguir invirtiendo, porque la salud es un tema políticamente sensible. Así que a pesar de que tenemos una situación financiera muy difícil, en algún momento vamos a ver a los hospitales seguir invirtiendo.
Desarrollar nuevos productos cada vez es más complicado, ¿tienen la intención de adquirir nuevas compañías que investiguen en nuevas tecnologías?
Sí. Continuaremos adquiriendo nuevas empresas. Hacemos varias compras al año y este ejercicio hemos realizado alguna en el campo de las ciencias de la vida y la tecnología biofarmacéutica.
¿Cuál es la previsión de negocio para 2012?
No revelamos nuestras previsiones para el próximo año, pero esperamos que el negocio crezca en el rango del 5% al 10% y esperamos que la rentabilidad aumente alrededor de un 10%.
A la búsqueda de nuevos negocios
Dineen se muestra preocupado por la coyuntura española durante la entrevista. "Cómo pueden tener un 20% de paro?", pregunta. "Es una situación muy complicada para el país". En España, ante los ajustes de gasto en sanidad y el retraso en los pagos, sobre todo en la parte pública, GE está buscando nuevas fórmulas para que continúe la inversión en tecnología. La apuesta pasa por convertirse en socios de las clínicas, no solo en proveedores. Así, buscan contratos a largo plazo, en el que los centros no tienen que desembolsar toda la inversión inicialmente. La fórmula consiste en pagos anuales a cambio de una tecnología que además está en continua renovación. Este ha sido el caso, por ejemplo, del Hospital de Son Espases en Palma de Mallorca.El gigante americano está en búsqueda continua de propuestas que mejoren su tecnología. GE Healthcare, que es una filial de la estadounidense pero con sede en Londres, compró la empresa Clarient por 580 millones de dólares (432 millones de euros). Dineen explica las claves de la operación: "Clarient se especializa en el negocio de las patologías oncológicas. Esta área, el diagnóstico de cáncer avanzado, es de un interés real para nosotros. Analizan los tejidos para determinar el tipo de tumor y responder con las terapias de precisión que están disponibles. Es lo que llamamos el diagnóstico molecular. En el viejo mundo, nos gusta ver el órgano. El siguiente paso es analizar el tumor en sí, cuando se consigue entender los tejidos. Ahí es donde estamos invirtiendo en estos momentos".En septiembre de 2011, la compañía también lanzó un reto de 100 millones de dólares para "identificar y acelerar ideas" sobre la detección temprana y el diagnóstico del cáncer. Dieron la bienvenida a investigadores, empresas, estudiantes y otros innovadores a que presentaran iniciativas para su financiación. En la primera etapa, que se cerró el 20 de noviembre, se presentaron más de 500 propuestas.