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El objetivo es que el nuevo acuerdo esté vigente el próximo mes de marzo

París y Berlín diseñan una zona euro basada en la austeridad y sin eurobonos

Austeridad, austeridad y austeridad. Estos son los tres ingredientes de la zona euro que han diseñado Merkel y Sarkozy y que impondrán a sus socios antes de marzo. Habrá sanciones automáticas por para los países díscolos y se descartan los eurobonos.

Merkel y Sarkozy, al terminar su rueda de prensa del 5 de diciembre
Merkel y Sarkozy, al terminar su rueda de prensa del 5 de diciembreEfe

El directorio franco-alemán sigue tomando decisiones sobre la zona euro. Hoy en rueda de prensa, después de su encuentro de en París, Merkel y Sarkozy han revelado el borrador de lo que será la reformada zona euro. El objetivo es que el nuevo tratado, que sustituirá al de Maastricht, esté listo el próximo marzo.

Todas las propuestas serán detalladas al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, el próximo miércoles 7 de diciembre, pero ambos líderes han dado a conocer puntos cruciales del acuerdo.

De entrada, los eurobonos están descartados, según ha asegurado Nicolas Sarkozy. "En ningún caso" son la solución de la crisis, ha sentenciado. Los postulados de austeridad esbozados por Alemania son los que han triunfado, pero también se ha dado un margen para que el futuro MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad), que sustituirá al fondo de rescate actual (FEEF), asuste menos a los inversores. Además, se adelanta su entrada en funcionamiento a 2012, cuando estaba previsto inicialmente para 2013.

Así, de las palabras de Sarkozy y Merkel, se deduce que se eliminará la participación forzosa del sector privado en caso de impago de la deuda pública. La participación voluntaria en la quita de los bonos helenos es un "caso especial" y las futuras operaciones se realizarán de acuerdo a los estándares del Fondo Monetario Internacional (FMI), según ha declarado Merkel.

El nuevo tratado afectará, de entrada, a los 17 países que forman parte de la zona euro, aunque el deseo de Alemania y Francia es que que también se sume a los 27 países que forman la UE. Y la idea más repetida tanto por Merkel como por Sarkozy es que la austeridad será la piedra de bóveda de la nueva zona euro. También quieren dar mayor protagonismo al FMI.

El Tribunal Europeo de Justicia podrá verificar si los países cumplen sus compromisos en materia de finanzas públicas. Habrá sanciones autómaticas para los países que se salten la regla de oro, consistente en que el déficit no supere el 3% del PIB. En todo caso, el tribunal no podrá declarar nulos los presupuestos aprobados por los parlamentos nacionales.

La cita ha consistido en un almuerzo en el Elíseo y se ha producido cuatro días después de que Nicolas Sarkozy anunciara, ante un auditorio de 5.000 personas en la localidad de Toulon, la refundación del euro. En palabras del presidente francés, la salida a la crisis que vive la eurozona pasa por una modificación del tratado de Maastricht y por la creación de una unión fiscal.

A pesar de las diferencias que separaban a Francia y Alemania, ambas potencias han acercado posturas. El objetivo de este acercamiento no es otro que salvar a Europa y todo ello después de la ineficacia de los mandatarios europeos, según han declarado hoy. "No tenemos tiempo, somos conscientes de la gravedad de la situación. Queremos ir tan rápido como sea posible en este acuerdo entre Francia y Alemania, que está abierto a los demás", ha señalado Sarkozy.

Está por ver cómo este borrador sienta a los mercados y a Estados Unidos. Precisamente, el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, viaja esta semana a Europa para reunirse con el ministro de Finanzas alemán, el presidente francés, el responsable del BCE y los representantes de los recién designados Gobiernos italiano y español.

A lo largo de tres días, Geithner tiene por delante una apretada agenda que comienza mañana con la reunión que mantenga con el presidente del BCE, Mario Draghi, y el del Bundesbank, Jens Weidmann. Ese mismo día por la tarde viajará a Berlín para entrevistarse con el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y el miércoles en París se reunirá con Sarkozy y François Baroin.

Las últimas citas tendrán lugar en Marsella y Milán. El objetivo de estos dos encuentros con los que dará por finalizada la gira europea es conversar con Mariano Rajoy y Mario Monti, los nuevos responsables de los ejecutivos español e italiano.

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