45.000 millones en facturas aplazadas
Los empresarios creen insostenible la deuda de las Administraciones con sus proveedores.
La primera reforma laboral que debería aprobar el Gobierno, y por decreto, debería ser obligar a las Administraciones públicas a que paguen a sus proveedores". Así de tajante se mostraba ayer el presidente de la Federación Nacional de Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, quien recordó que esta deuda asciende, según datos de Mercadeuda, a más de 45.000 millones de euros; de los que 15.000 millones se deben a autónomos y microempresas.
Los cálculos de esta asociación de trabajadores por cuenta propia son demoledores: siete de cada diez Administraciones no pagan a sus proveedores, lo que ha estrangulado la liquidez de este colectivo, provocando la desaparición de 350.000 autónomos desde el inicio de la crisis a mediados de 2008.
Al margen de la situación económica, para el presidente de ATA, el origen de esta situación es la falta de un régimen sancionador en la Ley de Morosidad, que establece que a partir del próximo año las Administraciones paguen a sus proveedores en el plazo de 45 días. Por ello confió en que el futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, arranque a los presidentes autonómicos una "voluntad clara" de cumplir la citada ley.
Dicho esto, Amor, que habló en el Club Internacional de Prensa, abogó por que el futuro Gobierno considere otras medidas en el terreno de las relaciones laborales para frenar la destrucción de empleo entre autónomos. En concreto, reclamó una reducción del número de contratos y, sobre todo, unas reglas laborales y de negociación colectiva específicas para los autónomos y microempresas (de menos de seis trabajadores) y diferenciadas del marco regulatorio del resto de entidades de mayor tamaño. Según explicó, se trataría de emular los modelos de relaciones laborales de países como Francia o Alemania. En este terreno, arremetió contra la norma que permite en la actualidad a las grandes empresas financiar parte de sus despidos con el Fondo de Garantía Salarial, "algo que debería ser solo para la pequeña empresa", opinó Amor.
A la espera de una llamada
Los dirigentes del Partido Popular han repetido una y mil veces las ayudas e incentivos que pensaban dar a los trabajadores autónomos cuando llegaran al poder. De momento, el futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no ha convocado a las asociaciones que representan a este colectivo ni siquiera para tomarles el pulso. Sin embargo, el presidente de la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, se mostraba ayer seguro de que la llamada de Rajoy se producirá en breve. Y, en todo caso advertía a los futuros responsables económicos del Gobierno usando un símil automovilístico: "Si de verdad quieren vender coches, no pueden entrevistarse solo con los fabricantes (en referencia a la CEOE) y con los trabajadores de las fábricas (sindicatos), sino que tendrán también que ver a los concesionarios (refiriéndose a los autónomos)".Amor confió igualmente en mejorar las relaciones de su organización con el futuro Gobierno, ya que recordó que José Luis Rodríguez Zapatero solo les recibió una vez en 2009 "para intentar desconvocar una protesta" y "en los últimos seis meses tampoco logré hablar con el ministro de Trabajo", se quejó. Si bien reconoció que los mayores avances en protección social del colectivo los ha logrado con las legislaturas gobernadas por el PSOE.