Cameron pide un informe sobre Thomas Cook tras su desplome en la bolsa
El touroperador se desplomó ayer en el índice secundario de la Bolsa de Londres tras anunciar que, debido a un "deterioro de algunas áreas de su negocio" y de su "posición de liquidez", está renegociando sus créditos con la banca.
El primer ministro británico, David Cameron, dijo hoy que ha pedido un informe sobre el estado de las finanzas de la turoperadora Thomas Cook Group tras su desplome en la bolsa por considerar importante que esta empresa "esté bien y saludable".
En su intervención semanal ante la Cámara de los Comunes, Cameron indicó que el Gobierno había solicitado esa información a raíz de la caída de más de un 75 % de los títulos de la importante compañía británica ayer en el mercado londinense, por el temor de los inversores a una posible quiebra. "He pedido al Ministerio de Empresa un informe sobre la situación en Thomas Cook, porque creo que es importante asegurarse de que esta empresa esté bien y saludable", afirmó.
El primer ministro respondía así a una pregunta del diputado conservador de la localidad de Peterborough -donde tiene su sede la compañía-, Stewart Jackson, que inquirió si el Gobierno apoyaría en caso de dificultades a la emblemática agencia de viajes, primera de este país y fundada hace 170 años. Jackson "habla de una empresa británica icónica e importante que ha dado a la gente mucho placer a lo largo de los años", dijo Cameron al coincidir con la valoración de su correligionario.
Thomas Cook se desplomó ayer en el índice secundario de la Bolsa de Londres (FTSE-250) tras anunciar que, debido a un "deterioro de algunas áreas de su negocio" y de su "posición de liquidez", está renegociando sus créditos con la banca. El grupo ha pedido ayuda por segunda vez en cinco semanas a sus acreedores para refinanciar sus créditos, lo que el mercado penalizó con ese desplome, que hoy se subsanó parcialmente con un aumento de la cotización de la empresa de más del 22 %, hasta 12,45 peniques, a las 14.00 GMT. Thomas Cook, que en los últimos meses ha registrado pérdidas, explicó su falta de liquidez con un descenso de la demanda de los consumidores por la crisis económica y por la situación de continuas turbulencias en Oriente Medio y el Norte de África, destinos clave para sus clientes en mercados importantes como Francia y Rusia.
Pese a que la empresa insistió en que su posición financiera seguía siendo sólida y esperaba evolucionar según las previsiones, el anuncio de las peticiones de financiación sumió en el pánico a los inversores, que hoy no obstante volvían a invertir en la compañía.