Alternativas a Roubini
Bruselas, como otras muchas capitales europeas, vive embelesada con los medios anglosajones y solo busca respuestas en The Economist, WSJ o FT, páginas tan excelentes como plagadas de manidas recetas. A veces, el sentido común se encuentra más fácilmente en un informe como el publicado este mes por la revista francesa Alternatives Economiques.
Alternatives es una revista mensual de divulgación económica que podría situarse en una esfera centro-progresista frente al conservadurismo ultraliberal de sus rivales anglosajones. Sus contenidos son densos, pero no se la puede calificar de minoritaria: según sus datos, tira la friolera de 169.000 ejemplares y cuenta en Francia con 37.000 subscriptores
Su número de noviembre plantea 10 preguntas o afirmaciones que buena parte de la ciudadanía europea seguro que reconocen como preocupaciones propias. Y sus detalladas respuestas, compartidas o no, ofrecen una buena aproximación a lo que podría ser la salida de la crisis, totalmente distinta de las catástrofes auguradas cada día por el Roubini de turno (cuyos conflictos de interés ha subrayado Xavier Vidal-Folch) o de los consejos de algún Rogoff (economista-jefe del FMI durante la 'gloriosa' intervención de ese organismo en Argentina).
Si el texto de Alternatives estuviera en inglés, probablemente se convertiría en referencia. Pero, "lástima", solo está en francés. Dejo a continuación los epígrafes de entrada para que cada uno juzgue. Y quien quiera ver todos los detalles, puede encontrarlos aquí.
1.- ¡Basta con cancelar las deudas! Sí, una parte podría cancelarse, pero hay buenas razones para hacerlo con prudencia.
2.-¿Debe salir Grecia del Euro? No, sería un desastre económico y político.
3.- ¿Hay que nacionalizar la banca? No, pero el Estado puede jugar un papel financiero más activo.
4.- ¿El BCE debe comparar deuda pública? Sí, solo el Banco central puede apoyar sin reservas a los Estados solventes.
5.- ¿Y si prohibimos el déficit público? Se trata de una idea ineficaz y potencialmente contraproducente.
6.- ¿Hace falta crear eurobonos? Puede ser, pero llevará tiempo.
7.- Basta con hacer pagar a los ricos. Se pueden acentuar los esfuerzos en ese sentido, pero no será suficiente.
8.-¿Hay que prohibir la especulación? Hay que controlarla mejor, sin duda.
9.- ¿Se puede todavía reanimar la actividad? Hay que hacerlo y existe margen de maniobra.
10.- ¿Hay que dejar que desaparezca el euro? En absoluto, pero deben corregirse imperativamente sus graves defectos.