Claves para empresas más fuertes
Innovación, buscar negocio en el exterior y más valores en la dirección, pistas para crecer
El reto que plantea la escuela de negocios IESE a sus antiguos estudiantes, actuales directivos de empresas en todo el mundo, no es sencillo: Liderar la innovación en las empresas, construir compañías más fuertes para la sociedad. Ese es precisamente el lema de su 50 congreso de alumnos, celebrado en Madrid este viernes. Allí se discutió cuál es el camino a tomar para que las empresas salgan de la crisis más fuertes para la sociedad. Y también acerca de cómo encarar las nuevas oportunidades, siempre con una reflexión sobre los valores que no deben perder los ejecutivos.
"En las empresas debemos recordar los valores que han estado ausentes en esta crisis: sacrificio, trabajo, lealtad y visión de lo que hacemos sobre las nuevas generaciones", apuntó Jordi Canals, director general del IESE, escuela de negocios propiedad del Opus Dei. "Lo que hacemos tiene un impacto en la sociedad, hay que volver al trabajo bien hecho y a la integridad".
Además pidió una reflexión a las instituciones sobre asuntos como el sistema de enseñanza: "Como empresarios y directivos, debemos involucrarnos en el modelo educativo". A lo que, bajo su punto de vista, hay que añadir "una afloración del espíritu emprendedor".
"Creo en la relación cliente-empleado y ha habido una pérdida de esa relación", señaló Isidro Fainé
Las empresas necesitan valores, pero también deben buscar nuevas oportunidades de negocio, en gran medida fuera de España y de los países desarrollados, un comentario unánime entre los expertos invitados, que señalaron a África, Asia y América Latina como el futuro inmediato. "Cuando yo era joven había una telenovela que se llamaba Los ricos también lloran. Eso es lo que sucede con el mundo occidental. Las mayores oportunidades están en los países emergentes", aseguró Pedro Videla, profesor de Economía en el IESE.Sobre este entorno de desconfianza en los países del euro, José Manuel González-Páramo, miembro español del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), pidió a los Gobiernos tomar medidas urgentes y estructurales. "La M de monetaria es muy grande, pero la E es minúscula, la gobernanza económica se ha quedado en los papeles. Es hora de pedirle a los líderes que avancen en ese sentido". Ese es el entorno negativo al que los directivos deben hacer frente.
"No tenemos credibilidad en Europa, eso es lo que hay que recuperar", sentenció el presidente de La Caixa, Isidro Fainé. Aunque se mostró "optimista" respecto a España. "Yo tengo esa confianza".
Fainé también recordó la importancia de saber ejercer bien el liderazgo empresarial. "Hay demasiadas reuniones, en las que todo el mundo está mirando sus maquinitas y se hace poca gestión. Hay demasiada abundancia de dispositivos electrónicos, ahora parece que si no tienes un iPad no eres nadie ¡Lo primero de todo es la gestión!", reclamó. Y dio unas pistas a los ejecutivos que le escuchaban sobre dos atributos que debe poseer un verdadero líder. "Confianza y verdad".
Además, pegó un tirón de orejas a los directivos financieros por haberse distanciado de lo que realmente importa, los clientes, lo que, según Fainé, ha provocado un alejamiento de la economía real. "Yo soy amante de las oficinas y muy poco de los servicios centrales. Creo en la relación cliente-empleado y ha habido un pérdida de esa relación". Y señaló a los culpables de la crisis: la combinación de bancos de inversión, mucha liquidez, poca confianza y tipos de interés muy bajos.
Aunque González-Páramo prefirió no contestar a las preguntas de si se ve como ministro de Economía en un futurible gobierno de Mariano Rajoy, sí quiso hacer un diagnóstico "como economista", a los retos urgentes que con los que se van a encontrar las empresas. "Hay que romper el triángulo diabólico", reconducir las finanzas públicas, fortalecer el sistema bancario y "lo primero, solucionar los problemas del mercado laboral" e instó a introducir "más flexibilidad" en las relaciones entre empresarios y trabajadores.
Otra de las claves que los expertos señalaron para garantizar una empresa sostenible en el tiempo es la apuesta por la innovación. La avalancha de nuevas aplicaciones y avances tecnológicos y el gran número de usuarios que se incorporan al mundo interconectado hacen imprescindible, en opinión de Luis Abril, secretario general técnico de la presidencia de Telefónica, que la I+D+i sea prioritaria. "Innovar es intentar crear valor para las personas y las sociedades", según definió. En este sentido, la operadora se pude considerar un buen ejemplo: "ha pasado de ser una compañía que prestaba servicios de telefonía en España a ser una gran multinacional tecnológica", sostuvo Abril.
La sociedad, y sobre todo la manera en la que se relacionan los individuos, están cambiando constantemente. "Resulta ya inconcebible no poder mandar gran cantidad de datos de forma casi instantánea a cualquier punto del planeta", apuntó Abril. "Hace diez años había 800 millones de móviles en el mundo. Hoy hay 5.000, la mitad de ellos en China, India y Brasil. La gente pasa unos 700.000 millones de minutos en Facebook al mes, periodo en el que se emiten unos 2.000 millones de tuits. Algunos de todos estos movimientos han hecho caer a varios regímenes este año. De ahí que los cambios en el sector de las telecomunicaciones puedan suponer una revolución, en el sentido estricto de la palabra", abundó.
La creatividad
La asociación estratégica que mantienen Telefónica y Ferran Adrià es, según Abril, un ejemplo único de creatividad en el mundo empresarial. "Se trata de aplicar la tecnología a la capacidad de innovación de Adrià. Nuestra colaboración es un excelente mecanismo de generación de sinergias, y desde luego nos beneficiamos de tener como embajador a una figura de indudable prestigio en todo el planeta", sintetizó el ejecutivo.
El chef catalán, cuya carrera se ha basado precisamente en la investigación de vanguardia, sostiene que no se puede hablar de "innovar como un genérico". "Hay que entender que cada uno tiene un problema al que hacer frente. Cada caso o sector es distinto. La innovación es una medicina especialista, nunca de emergencia", sentenció Adrià. En este sentido, subrayó que en su experiencia solo la pasión por aprender conduce hacia éxitos palpables. Las buenas ideas, considera, no salen de una mayor inversión en procesos, sino de ser valientes e imaginarlos de forma creativa.
"Hay que romper el discurso del esto no se puede hacer", respondió ante la pregunta del público de qué será la Fundación elBulli (el proyecto en el que se embarcó el cocinero tras cerrar el restaurante que le encumbró). "Cuando algo no se entiende, hay dos posibilidades: o es un bluf o es algo muy nuevo", añadió a continuación con una sonrisa en la boca. Sin ser demasiado concreto, el chef explicó que él y su equipo están planteando "una revolución en la relación entre innovación y sociedad. Queremos que el máximo número posible de gente se beneficie de lo que nosotros hagamos allí", apuntó.
Otro aspecto fundamental para salir de la crisis: contar con los mejores profesionales. Ese fue uno de los mensajes vertidos por Ángel Cano, consejero delegado de BBVA: "Nuestro objetivo es fabricar a los mejores profesionales, que sean la envidia de las demás compañías". El ejecutivo considera fundamental cultivar las relaciones en la plantilla: "Todos tenemos que trabajar como un solo equipo, hay que extender esa idea entre todos los directivos del grupo".
La confesión de Fainé ante miles de directivos
Pocas veces se puede escuchar al presidente de La Caixa, Isidro Fainé, haciendo confesiones sobre su vida. El viernes lo hizo ante los 2.700 antiguos alumnos del IESE. Contó que proviene de una familia humilde, de agricultores. "Aprendí de ellos muchas cosas. Mi padre me dio la calma. Mi madre era un terremoto comercial". Tuvo que trabajar desde adolescente, en una fábrica, donde se defendió con un trozo de madera de su encargado. "Me daba collejas, pero ya no lo volvió a hacer".Alguien le habló de un trabajo solo de mañana, de 8 a 15 horas en el Banco Atlántico, lo que le permitiría compaginarlo con los estudios de Física que quería comenzar en la universidad. "Me presenté en el banco sin corbata, con una cazadora y pedí ver al director general". No quiso que la atendiera ninguna otra persona y con arrojo consiguió que le recibiera. "La entrevista empezó tensa, pero acabó bien", reconoció. "Al final me dijo que en 20 años yo acabaría como director general". Así que cambió la física por la economía en la universidad. También confesó que los valores que ha utilizado en la caja los aprendió básicamente de sus padres y de ese primer director que tuvo.
Un nueva escuela de Administración pública
El IESE ha puesto en marcha también una escuela permanente de dirección, pero en este caso enfocada a los gestores públicos. Se llama Center for Public Leadership and Government (Centro para el liderazgo público y gobierno), que nace con la intención de convertirse en "un centro de referencia internacional en la formación", según la entidad. Su objetivo será impulsar la formación de altos cargos de las administraciones y organismos públicos a nivel internacional, personal y en la sociedad.Las previsiones pasan porque un total de 500 representantes de administraciones españolas e internacionales asistan durante este curso académico a los más de diez programas previstos, como estrategia, liderazgo, gestión de campañas electorales, evaluación de políticas o gestión de ONG."La modernización de la Administración pública española está dejando de ser una alternativa para convertirse en un imperativo: la eficiencia en la gestión pública es imprescindible para llevar a España hacia un futuro de competitividad, estabilidad y desarrollo. Esta demanda surge con fuerza", según el director ejecutivo del centro, Antonio Núñez.