Salgado asegura que España no tiene problemas para financiarse
La vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha señalado, en la rueda de prensa que sucede al Consejo de Ministros, que las tensiones vividas en el mercado de deuda en las pasadas jornadas no ponen en entrecicho la capacidad de financiación de España.
Las tensiones vividas en el mercado de deuda en las últimas jornadas hicieron disparar las alertas sobre los posibles problemas de España para financiarse. Después de que la prima de riesgo sobrepasara los 500 puntos básicos, los miedos se apoderaron de los inversores. Sin embargo, esta mañana, Salgado ha salido al paso diciendo que "nuestro país sigue financiándose sin ningún problema y que la demanda continúa siendo significativa".
La ministra de Economía ha matizado que el diferencial entre el bund alemán y el bono español ha diez años "no es suficiente para explicar las tensiones vividas a lo largo de los últimos días". Asimismo, ha aclarado que no es un problema exclusivo de España ya que 12 de los 17 países de la eurozona sufrieron fuertes repuntes en su prima de riesgo, entre los que destaca Francia.
La razón, según Elena Salgado, hay que buscarla en la reducción de los intereses de la deuda alemana. Asimismo apuntó que "hace un año el riesgo país de España se encontraba por debajo del nivel registrado ayer por la economía gala".
Respecto a las necesidades de financiación, la vicepresidenta ha asegurado que "España no se encuentra en situación de riesgo" y que "la duración media del stock de deuda ronda los seis años". La demanda en las subastas celebradas hasta el momento continúa siendo significativa y apunta a que el margen de pago de los intereses va a superar los 3.000 millones de euros.
En vistas de que la crisis de deuda no es exclusiva de España y que se ha extendido a los países vecinos, Salgado pide "tranquilidad a los mercados y voluntad entre todos para reducir las tensiones". Las actuaciones necesarias para atajar la situación sería continuar con las reformar estructurales emprendidas para alcanzar la consolidación fiscal y cumplir las promesas de reducción de los desequilibrios macroeconómicos.