La crisis de Banco de Valencia añade presión para que Olivas dimita de Bankia
Estalló. Desde hace unos cuantos meses las fricciones existentes entre los directivos de Bankia provenientes de Caja Madrid y los de Bancaja han ido en aumento. La rápida subida de la morosidad puso la mecha. El detonante ha sido la crisis de Banco de Valencia. Ante ello, varios consejeros y CC OO piden que se depuren responsabilidades, lo que pasa por que José Luis Olivas, presidente de Bancaja y vicepresidente de Bankia, deje sus cargos.
Las tensiones existentes desde el nacimiento de Bankia entre los equipos de Caja Madrid y de Bancaja, las principales entidades que lo integran, han terminado por abrir una gran grieta en la estructura del tercer grupo financiero español. Como ocurre en todas las fusiones, el acoplamiento de los equipos procedentes de las distintas entidades que integran el grupo resultante es muy complicado. Las tensiones son continúas, y eso sucede en Bankia, resultado de la fusión de Caja Madrid, Bancaja, Caixa Laietana y las cajas de Ávila, Segovia, La Rioja y Canarias.
Pero según transcurrían los meses el mar de fondo en el grupo se acrecentaba. El cada vez mayor goteo de créditos impagados que aportaba Bancaja a Bankia incrementaron las tensiones, que estallaron definitivamente la semana pasada con la crisis de Banco de Valencia, filial de Bancaja primero y ahora de Banco Financiero y de Ahorro (BFA) -la matriz de Bankia-, que controla el 38% de la entidad valenciana.
El banco que hasta el 28 de octubre presidía José Luis Olivas -también presidente de Bancaja y vicepresidente de Bankia- cuenta con un déficit de provisiones superior a los 800 millones de euros, según varias fuentes. Para cubrir este agujero BFA estudia acudir a la ampliación de capital en la parte que le corresponde, un 27,5%, ya que el otro 10% está en manos de otros socios con los que participa en una sociedad. Lo que supone aportar unos 250 millones de euros. Este agujero, sus implicaciones en la imagen de Bankia, que cotiza, el hecho de que su presidente ejecutivo fuera Olivas, y de que su solución pase por que el FROB participe en la ampliación de capital hasta completarla, han impulsado una crisis interna en el grupo en un momento muy delicado para el sector y para la economía. Fuentes del grupo recuerdan que Bankia es una entidad sistémica.
Varios consejeros de Bankia, Banco de Valencia, Bancaja y CC OO han comenzado a pedir que se depuren responsabilidades. Y ello pasa por que Olivas deje sus cargos en Bancaja y Bankia, explican fuentes solventes. "No se ha solicitado nada oficialmente, pero es cierto que muchos pensamos que debe abandonar Bankia. En los pasillos se lo están pidiendo", señalaba ayer un consejero del grupo. Su opinión coincide con la de varios miembros de los máximos órganos de gobierno de la entidad. El secretario general de Comfia CC OO, José María Martínez, también pidió ayer que se depuren responsabilidades en la gestión de Banco de Valencia, en alusión a Olivas. Un portavoz de Bankia no hizo comentarios.
Su salida del banco el 28 de octubre sin comunicarlo a BFA y Bankia ya abrió una crisis entre Rodrigo Rato, presidente del grupo, y Olivas. Varias fuentes aseguran que Bancaja, incluido Banco de Valencia, incorpora cada mes a Bankia unos 200 millones de euros de morosidad. Así, en menos de tres meses la mora de Bankia ha pasado del 6,35% al 7,1%.
De concretarse la salida de Olivas, la estructura de Bancaja en Bankia se desmoronaría. En un mes dos pesos pesados de la caja valenciana han abandonado Bankia. Domingo Parra, consejero delegado de Banco de Valencia hasta octubre, y Aurelio Izquierdo, que era director general de negocios del grupo, puesto clave en Bankia, que ha sustituido a Parra. Mientras, el Banco de España sigue inspeccionando Banco de Valencia, donde lleva meses.
Alternativas para recapitalizar la entidad levantina
A falta de que el Banco de España concluya la inspección que establecerá el déficit de capital que tiene Banco de Valencia, la entidad ya está estudiando con sus socios de referencia qué alternativas tiene para obtener nuevos fondos.La opción más directa, reclamar a los accionistas de referencia que acudan a una emisión de nuevas acciones para reflotar la entidad presidida por Aurelio Izquierdo, presenta algunos problemas. El primero, que el socio con más poder (BFA, matriz de la alianza de Caja Madrid y Bancaja, que controla un 27,5%, a través de la sociedad BISA) se está mostrando reacio a socorrer a su filial. Fuentes del tercer grupo español aseguraron ayer que se trata de una simple inversión financiera y que no cuentan con poderes ejecutivos en la entidad. Pese a todo, BFA (que opera a través de su filial cotizada Bankia) tiene capacidad para asumir una ampliación de capital en Banco de Valencia, al tiempo que cumple con las nuevas exigencias de capital fijadas por la autoridad bancaria europea en 1.140 millones."BFA cuenta con varias participaciones industriales valiosas de las que se podría desprender para hacer frente a la ampliación en Banco de Valencia y a su propia recapitalización", explica Juan Pablo López, analista de Espírito Santo Investment. A su juicio, la operación podría tener un impacto negativo sobre los títulos de Bankia, a corto plazo, pero "en el medio plazo reforzaría al grupo".A las reticencias de BFA respecto a su filial se suman las del resto de accionistas de referencia (pertenecientes al empresariado de Valencia), que no están dispuestos a poner más dinero para reflotar un banco en el que tienen fuertes minusvalías. Los Noguera, los Boluda Villalonga, los Lladró... están defraudados con la gestión de la entidad financiera en los últimos años y no son proclives a arriesgar más patrimonio por salvar Banco de Valencia.El tercer actor en discordia es el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que podría recapitalizar la entidad a cambio de tomar el control de la misma. Sin embargo, ayer la vicepresidenta económica, Elena Salgado, aseguró que antes de que se produzca una inyección de fondos públicos quien debería "llevar a cabo una aportación es la matriz de Bankia".
Una peculiar operativa crediticia
No hay conclusiones aún sobre la inspección abierta desde hace meses a Banco de Valencia. Varias fuentes aseguran que el supervisor ya había abierto a Bancaja un acta de inspección antes de la creación de Bankia. Otras fuentes desconocen la existencia de estas actas. Fuentes financieras aseguran que los problemas del grupo valenciano provienen de su alta mora en el sector inmobiliario y por la operativa de oficinas que renovaban créditos no pagados como nuevos anulando el anterior y se les concedía una carencia de tres años.